Por: Redacción/

Desde niño, Miguel Adrián Figueroa veía las competencias de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y Londres 2012, eventos que fueron una motivación para buscar representar al país en una justa, ahora tomará parte en Buenos Aires, Argentina, donde dará su primer paso para llegar a unos Juegos mayores.

Figueroa Vargas, originario de Ciudad Guzmán, tuvo su primer contacto con el canotaje en un bote ancho y más estable a la edad de 12 años, en donde por dos semanas no podía mantenerse en la canoa, ya que todos los días caía al agua, hasta que pudo llegar a una selección nacional.

“Me gusto el canotaje porque era algo muy diferente a lo que se acostumbraba en mi pueblo, se practicaba el futbol, basquetbol y el voleibol. El canotaje era desconocido y yo me dije, no quiero ser igual que los demás, así que intente otro deporte”, mencionó.

Poco a poco fue creciendo el amor a este deporte hasta que llegó el día de su primera regata en Ciudad Guzmán, aunque era pequeña, él sabía que era importante para adquirir experiencia. Después tuvo la oportunidad de competir en el extranjero y fue hasta Barcelona en el clasificatorio a los Juegos Olímpicos de la Juventud.

“Fui mi primera competencia internacional, logramos lo que íbamos a buscar, nos ubicamos en los tres primeros lugares, primero Argentina, luego Brasil y México”.

Ahora se lista para la justa olímpica juvenil y pone coraje en cada uno de sus entrenamientos para dar su mejor esfuerzo. “Cada día trato de imaginarme la competencia para dominar un poco los nervios, porque también es algo que puede controlarse”.

Sabe que los rivales serán fuertes, pero la seguridad es primordial para cumplir con los objetivos. “Tenemos que ir seguros de lo que vamos a conseguir, no intimidarnos, somos mexicanos, somos guerreros y vamos con todo por la medalla de oro”.

Cuando era niño veía los Juegos Olímpicos, veía las competencias a los atletas, eran como mis ídolos. Vamos en el camino para ir a unos Juegos Olímpicos mayores, sino se puede llegar a Tokio 2020 porque todavía soy joven, vamos a seguir trabajando para llegar a los próximos”.

Aunque deja a su familia por largos periodos para realizar entrenamientos diarios, sabe que “eso es parte de los sacrificios, pero sabe que en el futuro los frutos se verán con importantes resultados”, dijo Miguel Adrián, quien le gustaría estudiar una carrera en finanzas.