Por: José Manuel Mota Fernández

La selección nacional de síndrome de Down que compitió en los primeros Juegos Mundiales de la Trisomía, que se realizaron en Florencia, Italia, arribó al país tras lograr una histórica actuación en la que se conquistaron 20 preseas doradas, 12 medallas de plata y 10 insignias de bronce, para un total de 42 metales.

En atletismo los seleccionados cerraron el evento con un total de 10 metales dorados, 2 medallas de plata y cuatro preseas de bronce y el subcampeonato general de la disciplina, sólo detrás de Sudáfrica. El tamaulipeco Juan Daniel Rodríguez Mascorro, de la categoría mosaico, fue el atleta más destacado, tras conseguir 3 preseas áureas, en 400 metros planos, salto de longitud y 200 metros planos.

Por su parte, la guanajuatense Angélica Barrera sumó oro y récord en 1,500m, oro en 800m y bronce en 400m. En tanto que, la jalisciense Rosario Pelayo consiguió dos oros, en 100m y 400m y bronce en salto de longitud. En natación, la selección finalizó con tres récords del mundo, 7 medallas de oro, 9 preseas de plata y 6 insignias de bronce.

La mexiquense Dunia Camacho fue la más destacada, al acumular 5 preseas doradas y tres récords mundiales. La sirena ganó oro en 800 metros estilo libre, oro y récord mundial en 50m libre, oro y récord del orbe en 100m libre, oro y récord mundial en 1,500m libre y oro como parte del equipo de relevos femenil 4 x50m, en el que también compitieron Mariana Escamilla, Ana Karen Rangel y Paola Veloz.

Por su parte, la campeona mundial junior de gimnasia artística, Bárbara Wetzel, obtuvo tres medallas áureas en las competencias de viga, piso y salto de caballo y dos preseas de plata en barras paralelas y all around.

Los primeros Juegos Mundiales de la Trisomía fueron el equivalente a Juegos Paralímpicos para los deportistas con síndrome de Down, al no estar incluidos en el programa oficial de la justa paralímpica y se planea que se realicen cada cuatro años.