Por: Redacción

La obra de Xavier Villaurrutia (Ciudad de México, 27 de marzo, 1903-Íbid, 31 de diciembre, 1950) en las letras y la cultura mexicana trascendió como una de las grandes creaciones, al igual que su labor como poeta al tener a Nostalgia de la muerte como uno de los libros clásicos del siglo XX.

Pero Xavier Villaurrutia no sólo fue poeta, diversos especialistas e investigadores han comenzado a revalorar sus aportaciones en otros ámbitos, como su paso por el teatro mexicano, sus ideas literarias y filosóficas, su labor como crítico y su aportación al cine.

En el libro Xavier Villaurrutia, crítica cinematográfica, integrado por casi 200 críticas publicadas en su momento en las revistas Hoy y Así, entre 1937 y 1942, el escritor mexicano nacido en 1903, asegura:

“Durante cinco años ejercí la crítica cinematográfica en la revista Hoy y en la revista Así. Por lo que toca a la producción nacional, nunca pasé por alto los defectos más evidentes de nuestros filmes. Me proponía con ello enfatizarlos a los ojos de directores y actores. La crítica es una forma de ayudar a ver al espectador, pero también implica un deseo de corregir las fallas de los diversos elementos que entran en juego en la realización de una película. Recuerdo que no perdí ocasión de pedir buenos argumentos para los films mexicanos, y mejor presentación de ellos.

“En estos dos capítulos, al menos, creo que se ha logrado bastante, aunque todavía no todo lo deseable, en nuestra industria… La crítica debe ser, resumiendo, clara y objetiva. El crítico no debe cohibirse a la hora de expresar su verdadero sentir ante aquello que juzga. No importa que a veces –como sucede en el caso de la valoración de films mexicanos- se llegue a acusar al crítico de traidor a la patria”.

Desde 1937 hasta 1941 Xavier Villaurrutia colaboró en la revista Hoy como crítico de cine, con la columna Crítica cinematográfica o con el título Películas de actualidad, para luego pasar a la revista Así, en la cual escribió reseñas hasta 1943.

Esta publicación editada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 1970, resultado de la investigación de Miguel Capistrán, revela la participación de Xavier Villaurrutia en el cine como crítico, aunque también participó como guionista.

Esto se debió en gran parte a su falicidad para los diálogos, producto de su faceta como dramaturgo. Muestra de ello es la cinta de Julio Bracho, El monje blanco (1945), en la cual Villaurrutia hace los diálogos en verso.

De acuerdo con datos de la Filmoteca de la UNAM, el autor de Nocturna rosa participó como guionista en Cinco fueron escogidos, de Herbert Kline (1942); Vámonos con Pancho Villa, de Fernando Fuentes (1935), y El espectro de la novia, de René Cardona (1943).

En el artículo Villaurrutia, el poeta y el cine, publicado en el portal cineforever.com, Arturo Garmendia considera que Villaurrutia fue un entusiasta promotor de la creación de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas.

“En 1935 Agustín J. Fink lo convenció de pasar a la redacción de guiones cinematográficos, siendo el primero de ellos la adaptación al cine de la novela de Rafael F. Muñoz ¡Vámonos con Pancho Villa!, un trabajo excelente, lo mismo que la obra a que dio lugar. Vendrían a continuación otras 15 películas, muchas de encargo y sin mayor relieve. Destacan entre ellas la mencionada y las cuatro que hiciera en colaboración con Julio Bracho, particularmente Distinto amanecer (1943)”.

En 2009, el Instituto Nacional de Bellas Artes adquirió el Fondo Xavier Villaurrutia que reúne manuscritos, originales mecanográficos, libretos, cuadernos de notas, dibujos, fotografías, objetos y una máscara mortuoria del poeta, de la autoría del escultor Ignacio Asúnsolo, que dan testimonio de parte del trabajo de uno de los más relevantes e influyentes escritores mexicanos del siglo XX, así como de la historia teatral y cinematográfica de México entre los años 1928 a 1950.

Entre todo el material que alberga este importante fondo documental se conservan proyectos, contratos, recibos y otros documentos relacionados con su labor en el cine mexicano.

En 2012 se adaptó como repositorio una pequeña sala en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia (Nuevo León No. 91, Colonia Condesa), que a la vez funge como exhibidor de una muestra representativa de los documentos que integran este archivo y funciona como sala de consulta.