• “Senda Prohibida” es un película basada en la telenovela homónima del mismo nombre transmitida en 1958 a blanco y negro, que se estrenó en 1961 bajo la dirección de Alfredo B. Crevenna.

Por: Nilda Olvera/

En una florería, la empleada Nora (Lilia Prado) preparaba un arreglo de orquídeas para acompañar un perfume destinado a una bailarina muy conocida por los hombres quienes veían sus espectáculos. El bonito adorno, no era lo que llamaba la atención del licenciado Federico García (Enrique Rambal), sino la joven muchacha, delgada y estilizada quien lo había recibido en el negocio.

Que desde el primer acercamiento entre ambos, tenía pinta de ser más inteligente e interesante de lo que disimulaba y que gracias a la atracción física combinada con su personalidad coqueta, tranquila, adorable y trabajadora, hizo que sin ningún ofrecimiento sexual, poco a poco él se acercara a su lado para intentar cortejarla.

Para así comenzar un romance apasionado que irán escondiendo a la familia de él y desenvolviendo sus caricias entre besos, abrazos e incontables regalos lujosos y extravagantes que terminarán dando paso a la miseria económica y emocional de Federico.

“Senda Prohibida” es un película basada en la telenovela homónima del mismo nombre transmitida en 1958 a blanco y negro, que se estrenó en 1961 bajo la dirección de Alfredo B. Crevenna, con la participación actoral de Beatriz Aguirre, María Idalía, Sylvia Suárez, Antonio Raxel, Hector Goméz, Prudencia Griffel, teniendo como personajes principales a Lilia Prado y Enrique Rambal, los cuales interpretan a dos amantes, cuyo amor surge por interés de Nora de querer salir de la pobreza en la vive.

Y los engaños que utilizará para atraer a un hombre rico, que está dentro de un matrimonio rutinario y la sensación de una vejez constante recordada por su esposa Irene, con la que lleva más de 10 años y dos hijos juntos. Sentimiento que irá cambiando por los halagos de Nora, una pueblerina que llegó a la ciudad en busca de mejores oportunidades.

Quien es cautelosa, tranquila, manipuladora y ambiciosa con el dinero, joyas y bienes a los que cree que merece tener acceso debido a sus seis meses de trabajo honrado en la capital. Los cuales obtendrá por medio de Federico, un contador de carentes experiencias con mujeres que le serán contraproducentes a la hora de poner límites a los deseos caprichosos de una mujer, a la que ve con cariño y a veces con lastima.

Eventos que irán sucediendo a la par del abandono y rechazo a sus parientes, que irá lastimando por sus desplantes y despotismos cada vez que intenten evitar que creé una nueva vida con la florista. La película no sólo retrata una aventura entre dos adultos, sino el miedo, rencor y perdón entre los relacionados directos e indirectos que surgen alrededor.