• Únicamente será posible el ingreso al espacio con previa cita.

Por: Redacción/

Con la desinfección de espacios, toma de temperatura, aforo máximo permitido del 30 por ciento y uso de gel antibacterial, entre otras medidas, el Archivo Histórico de la Ciudad de México “Carlos de Sigüenza y Góngora” reabrió sus puertas el martes 6 de octubre para brindar servicio de consulta de su acervo documental, luego de más de seis meses de permanecer cerrado a causa de la emergencia sanitaria por coronavirus (COVID-19).

El acceso al recinto a cargo de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, ubicado en República de Chile 8, en el Centro Histórico, es posible luego de que el viernes 2 la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, anunciara como cada semana los ajustes a las actividades permitidas en semáforo naranja, incluyendo a archivos históricos, bibliotecas, ferias y parques de diversiones.

“La Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y Guadalupe Lozada, encargada de despacho de la Secretaría de Cultura capitalina, sensibles a la necesidad de otorgar servicio a investigadores y tesistas, quienes han tenido que suspender sus trabajos y estudios, decidieron abrir las puertas del Archivo Histórico de la Ciudad de México, con las medidas que la contingencia actual lo requiere. Esta loable decisión es en provecho de cronistas, estudiantes e investigadores”, comentó al respecto Samuel Rico Medina, director del Archivo Histórico de la Ciudad.

Únicamente será posible el ingreso al espacio con previa cita. Para ello, se debe enviar correo a consultaahcm@gmail.com o llamar a los teléfonos 55 7618 8649 y 55 5510 8582, en un horario de 9:00 a 14:00 horas.

De acuerdo con las medidas de prevención e higiene establecidas por las autoridades de salud locales y federales, en todo momento las personas visitantes deben portar cubrebocas, el tiempo máximo de permanencia es de dos horas y los materiales deberán consultarse haciendo uso de guantes. Los documentos requeridos se resguardarán seis horas antes de ser manipulados por otra persona.

El recinto instalará un filtro sanitario en la entrada para identificación de personas con síntomas, desinfectará frecuentemente las superficies de contacto, vigilará la sana distancia de 1.5 metros entre personas y el personal de atención al público deberá usar cubrebocas y careta de manera obligatoria.

El edificio que resguarda al Archivo Histórico de la Ciudad de México se construyó en 1760. El 8 de julio de 1931 fue declarado monumento histórico con la finalidad de preservar el patrimonio artístico, del que destaca el trabajo de la fachada realizado en cantera. En 1972, el gobierno del entonces Distrito Federal compró y restauró la construcción que, desde 1981, se convirtió en la sede del acervo documental sobre la capital del país que abarca seis repositorios y aproximadamente, cuatro kilómetros lineales, con materiales que datan de 1524.