Por: Redacción/

“Se mantiene la obligación de desplegar renovados esfuerzos para cumplir plenamente con el espíritu del artículo cuarto de la Carta Magna, a fin de hacer realidad el derecho a la cultura como un derecho humano en el país”: Rafael Tovar y de Teresa (1954-2016).

Con la Universidad del Claustro de Sor como sede, se llevó a cabo la noche de este miércoles la presentación de Derecho cultural de Luis Norberto Cacho Pérez, que brinda un panorama preciso de nuestro derecho a la cultura, manifestado, a través de las leyes vigentes, tanto las establecidas dentro de México, como las emanadas de los tratados internacionales, sin entrar en discusiones ni en opiniones doctrinarias, convirtiéndose en un material invaluable para entender la manera en que la legislación regula la cultura de nuestra país.

Se trata de una versión actualizada, editada por Universidad Libre de Derecho y Editorial Porrúa, de su primera edición publicada por la Secretaría de Cultura (SC) como parte de las actividades conmemorativas del centenario de la Constitución que nos rige, a través el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), en coedición con la Secretaria de Gobernación y el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En la presentación editorial, llevada a cabo en el Auditorio Divino Narciso del recinto, participaron, además del autor, el Subsecretario de Desarrollo Cultural federal, Saúl Juárez Vega, y Rafael Tovar y López Portillo, hijo de quien fuera el primer Secretario de Cultura del Gobierno de la República, quienes abordaron esta disciplina que aún no cuenta con suficientes tratadistas en México.

Tovar y López Portillo, recordó la amistad entre el autor y su padre, Rafael Tovar y de Teresa, así como la tarea conjunta que emprendieron durante más de 30 años para llevar a buen puerto un sinfín de proyectos, “quizá el más importante fue sentar las bases legales que definirían el objetivo, las funciones y las responsabilidades de la Secretaría de Cultura federal”, comentó el maestro en Historia y doctor en Filosofía Política por la Universidad de San Diego, California.

El primer documento de primera mano publicado luego de la creación de la SC, es definido por su autor como “una obra que permite al lector comprender las bases esenciales del derecho cultural, considerado como un derecho humano y definido como el conjunto de normas jurídicas que regulan la creación, preservación y difusión de la cultura y el arte, definiendo también el proceso de formación y de identidad”.

Cacho Pérez explicó que desde su creación, las grandes instituciones como el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Instituto Nacional de Antropología e Historia en 1973, y a partir de 1988, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, que en 2015 se vio transformado en la SC, “están encargadas de crear las bases y las condiciones para que la cultura y el arte se puedan desarrollar plenamente en nuestra sociedad, protegiendo los derechos culturales previstos en el artículo 4° constitucional: el acceso a la cultura, el disfrute de los bienes y servicios culturales que presta el Estado en la materia y el ejercicio de los derechos culturales”, señaló.

Saúl Juárez aseguró que la publicación “abre camino en la ruta de conceptualizar, ordenar y establecer un corpus de ideas sustentadas en presencia de la cultura, como la máxima creación de los hombres y las mujeres, parte del humanismo como esencia, y llega al derecho como elemento imprescindible de la existencia social del intelecto y de las aspiraciones civilizatorias de todas las generaciones”.

El actual Director jurídico de la SC revela en su obra la fuerza del derecho cultural expresado a través de leyes como derechos a ejercer y como obligaciones a cumplir, “presentando un planteamiento contundente, al señalar que los seres humanos, desde antes de nacer, desde el momento mismo de la concepción, hasta el instante de la muerte, y aún después, estamos regidos por el derecho y es al Estado a quien corresponde hacer cumplir las leyes que rigen nuestra existencia humana”, aseguró Juárez Vega.

Siguiendo este postulado, se infiere que toda la actividad cultural que realizamos está regulada por el derecho cultural, lo mismo en el ámbito del creador, que en el público, igual en el patrimonio que en el disfrute y apreciación del mismo, “el simple y gozoso acto de escuchar la música de nuestro compositor favorito está contemplado en el derecho cultural”, añadió el funcionario.

Egresado de la Escuela Libre de Derecho y con gran experiencia en el ámbito cultural, ya que durante distintos periodos se ha cargo del área jurídica del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y ahora de la SC, Luis Norberto Cacho Pérez, concluyó que el cultural “es un Derecho vivo que implica la responsabilidad de las autoridades para aplicarlo, pero igualmente la responsabilidad de todos los ciudadanos para que nuestro arte y cultura se siga creando, protegiendo y difundiendo”.