Por: Redacción/

Ante 100 mil personas que se unieron en círculos de paz y baile, la Maldita Vecindad y los Hijos del 5º Patio cerró el viernes 9 de diciembre en el Zócalo capitalino el primer concierto de las Semana de las Juventudes 2018, organizada por el Instituto de la Juventud de la Ciudad de México (Injuve).

Poco después de las 21:40 horas que marcó el reloj de la Torre Latino, entre gritos, aplausos y celulares el público recibió el espíritu rockero y contestatario de la banda que celebra su 33 aniversario y cuyo mensaje de hermandad presente en sus canciones inundó la plaza principal del país.

“¿Cómo están todos nuestros hermanos en el Zócalo?”, preguntó Roco Pachukote, emblemático vocalista, antes de armar el bailongo con “Solín” y su característica base rítmica acompañada por las estridentes notas del saxofón provistas por Eulalio “Sax” Cervantes, que fueron celebradas una y otra vez por los miles de asistentes.

Con una amalgama musical que incluyó géneros como ska, rocksteady, rock y punk, la Maldita Vecindad continuó el frenesí con “Quinto patio ska” y “Mujer”, coreadas y bailadas por un público heterogéneo en edades.

“En el mundo hay cada vez más racismo y xenofobia en los corazones, la música es el puente donde siendo distintos nos podemos encontrar. Queremos un mundo donde quepan muchos mundos, que no haya muros, donde los pata de perro podamos andar”, exclamó Roco antes de interpretar “Pata de perro”, tema extraído del seminal álbum El circo (1991).

“Toda esa libertad reprimida de nuestros hermanos centroamericanos está de regreso con la dignidad y el corazón de la caravana migrante, así que desde el corazón de México demos un grito fuerte para ellos, bienvenidos hermanos”, expresó emocionado el vocalista antes de dedicarles “El sur del sur” a los migrantes centroamericanos.

Más tarde desfilaron por el escenario “Rafael”, dedicado a la comunidad LGBTTTI y “Ya lo pasado pasado”. Con el ánimo encendido, se escuchó en la Plaza de la Constitución “El gran circo” y sus evocadoras líricas que aún hoy reflejan la realidad de la sociedad mexicana, así como “Chacahua”, tema que tuvo como invitados especiales a Celso Duarte, Ernesto Anaya y Moyenei Valdés y que rindió homenaje a las raíces culturales.

Después de interpretar “El barzón”, la Maldita Vecindad clamó con “Un poco de sangre” el esclarecimiento por el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, cuyos rostros fueron apareciendo en las pantallas del escenario.

Previo a la interpretación de “Don palabras” se proyectó un mensaje de la periodista Carmen Aristegui, quien saludó a la agrupación y agradeció el apoyo que le mostró durante la censura que sufrió en la radio mexicana derivada del reportaje “La Casa Blanca de Enrique Peña Nieto”.

La Maldita Vecindad y los Hijos del 5º Patio firmaron su presentación en la edición 2018 de la Semana de las Juventudes con el inconfundible romanticismo de “Kumbala”.

Antes de los pachucos tomaron el emblemático escenario del Zócalo las bandas Lost Acapulco, Instituto Mexicano del Sonido, Rastrillos y LNG/SHT con su hip-hop, reggae, electrónica, surf, ska y rock.

La edición 2018 de la Semana de las Juventudes arrancó con los beats, rimas y scratches de Gastón Espinosa, mejor conocido como LNG/SHT, quien de inmediato emocionó a los asistentes con “Les juro que sí llego”, “El club de los 27” y una desenfadada versión de “¿Quién pompo?”, original de Chico Che.

“No saben lo mucho que significa estar aquí hoy en Zócalo parado frente a ustedes”, aseguró el cancunense antes de despedirse de los cientos de asistentes con tracks como “Caballeros de sábado por la noche”, “Yo soy mi propio lunes (Ataúd)” y “Llaves teléfono y cartera”.

Más tarde y ante un Zócalo que recibía a más y más personas de todas las edades, las influencias reggae/ska de los capitalinos Rastrillos emocionaron a los asistentes con su mensaje de unión y paz, además de abordar temas sociales mediante temas como “Luces”, seguida de “La música” y “Positivo”.

“Tolerancia y diversidad, de eso se trata la música”, aseguró el bajista del ensamble Gerardo Pimentel, mejor conocido como “Zopi”, antes de materializar energéticas notas de “Balú”, inusitada versión del tema originalmente cantando por Germán Valdez “Tin-Tan” en la película infantil El libro de la selva (Estados Unidos, 1967), y la incisiva crítica a la violencia que azota al país que representó “No hay paz”.

El recorrido musical a través del crisol sonoro que habita la Ciudad de México continuó con el Instituto Mexicano del Sonido (IMS) que puso a bailar a la cada vez más numerosa audiencia que se daba cita en la Plaza de la Constitución con “Mi t-shirt de la Nasa”, “Hiedra venenosa” y “México”.

“¿Van a bailar o qué?”, preguntó Camilo Lara, creador y fundador del proyecto electrónico en 2004, ataviado con un sombrero morado y acompañado por una banda enfundada en trajes color naranja brillantes antes de soltar “Cumbia bomba”, que antecedió una psicodélica versión de “¿Qué le pasa a Lupita?”.

El Instituto Mexicano del Sonido se despidió entre bailes, brincos y aplausos al interpretar “Escríbeme pronto” y la clásica dosmilera “Yo digo baila”.

Más tarde, las máscaras de luchadores como El Santo, Blue Demon y El Rayo de Jalisco, entre otras, comenzaron a aparecer para recibir las olas sónicas surf de Lost Acapulco, agrupación seminal de este género formada en 1998, y que estallaron en frenéticos bailes al sonar “Acapulco golden”, “Tangatutanga” y “Surf mongol”.

Los originarios de Guerrero celebraron sus 20 años como agrupación en el Zócalo donde sonaron los riffs de “Frenesick”, “Demoler”, original de los peruanos Los Saicos; “El garage de Gina Monster”, tema que contó con la presencia del guitarrista de Los Straitjackets Danny Amis, además de Güili Damage, vocalista de Los Esquizitos, como invitados especiales, antes de culminar su intervención con la muy coreada “Olvidemos el romance (¡Cojamos ya!)”.

La Semana de las Juventudes 2018 se realiza del 5 al 11 de noviembre 2018, con diversas actividades. El sábado 10 de noviembre continúan los conciertos en el Zócalo capitalino, Plaza de Santo Domingo y la Glorieta de Insurgentes. La entrada es libre.