Por: Redacción/

Más de 200 objetos narran la historia organizacional de la empresa Olivetti, icono del diseño, la comunicación y la innovación tecnológica respecto de la invención de la máquina de escribir, la cual sucumbió con la transición de la era mecánica a la electrónica.

Todo esto es parte de la exposición Olivetti Makes, en cuyo proyecto museográfico participó la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y que incluye un apartado sobre México, en particular una sección dedicada a los Juegos Olímpicos de 1968, ya que Olivetti se encargó de todo el sistema mediático de la máxima justa deportiva.

La muestra, que permanecerá abierta hasta el 13 de enero de 2019 en la Sala internacional del Palacio de Bellas Artes, forma parte de las actividades de México World Design 2018 y está enfocada en una empresa caracterizada por ser socialmente responsable, siempre preocupada por otorgar a sus trabajadores espléndidas condiciones de trabajo.

De origen italiano, la corporación fue fundada hace 110 años en Ivrea, Italia, una ciudad industrial que destaca por haber sido inscrita recientemente por Naciones Unidas en la lista de sitios que son patrimonio mundial de la humanidad.

Dentro de su complejo, Olivetti contaba con un hospital, casas y edificios exclusivos para sus trabajadores, todo en un sistema integral, por lo que se convirtió en ícono de diseño y comunicación con elevados estándares de calidad.

La historia organizacional de Olivetti desarrollada en México y el mundo es contada a través de 200 objetos, 50 carteles y materiales gráficos, algunos de ellos de carácter publicitario, además de más de 100 fotografías divididas en varias temáticas: Olimpiada 68, fábricas, vida comunitaria de México y otras partes del mundo.

Adicionalmente, incluye 20 dibujos en los que puede apreciarse la fábrica diseñada en 1969 por Ricardo Legorreta, la cual sólo permaneció como un proyecto pendiente, así como la fábrica de Vallejo de Félix Candela, las máquinas de Nizzoli y el estuche de la Valentine di Sottsass, dibujos de Bellini de su máquina de escribir, así de otras 12 y de cálculo que abarcan desde la primera máquina portátil modelo MP1 de 1932, especialmente enviada del archivo histórico de Olivetti a los últimos productos electrónicos de Bellini de 1980.

En entrevista, el maestro Alejandro Hurtado Farfán, académico del Departamento de Evaluación del Diseño en el Tiempo de la Unidad Azcapotzalco de la UAM, señaló que participó directamente como coordinador de la exhibición en México, ocupándose de la búsqueda de obras y la gestión de actividades, por lo que “la Casa abierta al tiempo aparece como una de las instituciones que apoyaron en la realización de la misma”.

Egresado del Politécnico de Turín, el docente comentó que tuvo la oportunidad de radicar en Italia, donde fincó una buena relación con su centro de estudios y “en 2015 coincidí con Pier Paolo –curador de Olivetti Makes– en un seminario internacional organizado por el Instituto Italiano de Cultura, así que lo invité a dar una conferencia a la Unidad Azcapotzalco y luego me propuso integrarme al proyecto en el que además participa Alessandro Colombo como museógrafo”.

“Desde hace años establecí ese lazo que ha rendido frutos entre las dos instituciones, en particular, esto es de gran importancia para nuestra universidad porque tendrá presencia en el mejor recinto cultural del país, además he estado en el Politécnico de Turín representando a la UAM en conferencias y actividades, y estamos en proceso de llevar a cabo un convenio y varias acciones entre ambas universidades”, informó.

La exposición rinde homenaje a las Olimpiadas de 1968, pues “fue un acontecimiento ejemplar para la gráfica que perdura hasta nuestros tiempos, en especial la parte cultural de esa época que influyó en el ambiente de la empresa, ya que forma parte del contexto de su desarrollo.

Por otro lado, retoma el proyecto urbano de Ivrea realizado por Olivetti como algo ejemplar, ya que siempre tomó en cuenta las necesidades de la comunidad, logrando una excelente vinculación entre empresa y sociedad”.

El investigador comentó que existe “una parte en la que se aborda nuestro país, y que se trata de un segmento medular de todo el contenido de la exposición, de allí se destaca que nuestro primer rector general Pedro Ramírez Vázquez fue uno de los personajes que tomó la rienda de la organización de los XIX Juegos Olímpicos”.

La empresa ejerció el diseño en México, generando lugares de producción y trabajo, replicó aquellos modelos de impacto positivo entre fábrica y sociedad, retomando la experiencia que tuvo en Italia. Algunos proyectos se quedaron sólo en papel como la construcción de una fábrica diseñada por el arquitecto Ricardo Legorreta, que a causa del contexto político-económico no pudo integrar por completo el modelo de empresa Olivettiano.

Luego sobrevino el paso de la mecánica a la electrónica, un poderoso cambio tecnológico que en 1970 revolucionó la industria mundial de la inversión en las máquinas escribir y de cálculo. Esas acciones tuvieron después consecuencias tangibles, expresado tanto en el desarrollo de nuevos productos como en la reorganización de procesos industriales.