Por: Redacción

El proyecto de la exposición Tres arquetipos, tres naturalezas. La estética grecorromana de Bernard de Montfaucon, en el Museo Nacional de San Carlos, comenzó con una exhaustiva revisión del acervo gráfico con el que cuenta el recinto, haciendo énfasis en 72 láminas extraídas de L´Antiquité expliquée et représentée en figures (15 volúmenes, París, 1719-1733) del monje benedictino Bernard de Montfaucon.

La muestra tiene como eje a tres personajes femeninos grecorromanos: Vesta, Perséfone y Leda, para abordar las relaciones entre divinidad, humanidad y naturaleza, y acercar al público el complejo sistema de signos y elementos que esa cultura utilizó para explicar el mundo que nos rodea.

“Montfaucon recopila el primer gran compendio de imágenes grecorromanas en una primera enciclopedia 50 años antes que la de Diderot. Se trata de un primer esfuerzo de lo que más adelante se entiende como Ilustración. Son 15 tomos y en San Carlos hay 72 imágenes de ellos. En total serían tres mil imágenes y para esta exposición sólo seleccionamos sólo tres, lo cual fue muy riguroso a partir de tres arquetipos: Perséfone, Vesta y Leda”, explicó el curador Marco Arce.

Señaló que aunque estos grabados son estilísticamente poco atractivos, representan el antecedente del dibujo arqueológico: “Pretende ser un grabado simple y sencillo, su valor es la acumulación temática, en esta época parecería normal, pero en su momento no lo era. Esta manera de sistematizar el conocimiento es propia más adelante de la Ilustración y del conocimiento científico”.

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Pie de fotos La muestra tiene como eje a tres personajes femeninos grecorromanos: Vesta, Perséfone y Leda, para abordar las relaciones entre divinidad, humanidad y naturaleza.

El también miembro del Sistema Nacional de Creadores del Fonca consideró que la curaduría tiene un planteamiento purista en la que cada arquetipo tiene su nicho. En Vesta está la virginidad, el fuego, la pureza y lo circular, la divinidad como centro inamovible, de ahí que su representación aparezca con esta forma al centro de la sala, como lo es también el patio del Museo de San Carlos.

En el caso de Perséfone, al tener una relación con el inframundo, se optó porque la sala tuviera un color negro, mientras en Leda se destaca la comunicación entre la cultura y la naturaleza.

La directora del Museo Nacional de San Carlos, Carmen Gaitán, destacó que para esta exposición de pequeño formato se trabajó de manera coordinada con la Academia de San Carlos de la UNAM, institución que prestó una enorme escultura que forma parte del primer grupo de yesos que llegó a México proveniente de Europa.

“Es una rareza encontrar esta pieza y por su fragilidad es oportunidad única porque sale por primera vez de la Academia”, dijo.

Marco Arce agregó que es un privilegio mostrar esta escultura que representa a Leda, al mismo tiempo que la pieza La princesa romana vestida de Vestal, de Juan Cordero.

“Estamos recontextualizando el valor de estos grabados que se habían quedado en las carpetas dándole todo el valor que merecen”.