Un total de 52 obras de la Colección Peralta realizadas entre 1950 y 1970 por 45 creadores como José Luis Cuevas, Gunther Gerzso, Carlos Mérida y Serge Poliakoff, entre otros, integran la exposición “Abstracciones. Nueva York, París, Cuenca, México”, que a partir de esta noche se presenta en el Museo de Arte Moderno (MAM), de esta capital.

La exhibición revela un acervo especializado en el movimiento más influyente de la segunda mitad del siglo XX: el expresionismo abstracto nacido en Estados Unidos, y testimonio de sus corolarios inmediatos: el informalismo y la abstracción lírica o geométrica que se propagaron en Francia, España y México.

Sylvia Navarrete, directora de ese espacio museístico, recordó que si bien los autores de las obras proceden de distintos países, su producción contribuyó al realce de cuatro ciudades que asentaron la genealogía del arte abstracto, de las cuales toma la exhibición su título.

Óleos, acrílicos, acuarelas, aguatintas, dibujos y esculturas dan cuenta de cómo en Nueva York, Robert Motherweel y Willem de Kooning adoptaron el automatismo para transmitir la energía del gestor al atacar la tela, mientras Mark Rothko extraía metafísicos de vaporosos campos de color.

Mientras que en París, Poliakoff eliminó a golpe de brochazos espontáneos cualquier referencia a objetos reconocibles, Jean Dubuffet reivindicó la expresividad tosca del arte bruto, en tanto Yves Klein patentó sus monocromos azul profundo.

A su vez, la España franquista vio resurgir la vanguardia contestataria con Antoni Tapies y con el grupo El Paso, que se atrevió a injertar materiales de desecho como arpilleras y mallas de alambre a sus composiciones de severa paleta rojinegra.

En México, la juventud disidente de la Ruptura garantizó el relevo generacional al ramificar la abstracción en la geometría, con Gunther Gerzso, Manuel Felguerez y Vicente Rojo y en un lirismo que obedeció al caprichoso flujo sensorial, con Lilia Carrillo y Cordelia Urueta.

Por su parte, la figuración rechazó el realismo y encontró su cauce en los trazos expresionistas de Alberto Gironella, José Luis Cuevas, Francisco Toledo y Francisco Corzas.

Bajo la curaduría de la propia Navarrete, las obras de la exposición fueron intercaladas en función del diálogo entre su capacidad experimental y sus convergencias formales.

Asimismo, prescindió de los habituales criterios cronológicos para poder valorar en una perspectiva igualitaria la súbita expansión de aquel fenómeno estético que transformó la cultura y los gustos de sociedades, ávidas de lenguajes plásticos aptos para superar el trauma de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Alfred Manessier, Antonio Saura, Antonio Suárez, Bradley Walker Tomlin, Enrique Echeverría, Fernando Zóbel, Jack Tworkov, Luis Feito, Mark Tobey, Pedro Coronel, Philip Guston, Sam Francis y Kazuo Shiraga, son otros de los artistas que participan en esta exposición.

De acuerdo con el MAM, paralelo a la muestra que estará abierta hasta el 14 de febrero del 2016, a partir de enero se realizarán diversas actividades como un taller de pintura abstracta para público en general, la presentación de un catálogo y visitas guiadas.

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