• Los proyectos musicales del artista se caracterizaron por la combinación y experimentación con géneros como el Cold y el Dark Wave, siendo su principal sello personal la utilización de sintetizadores análogos y cajas de ritmo.

Por: César H. Dorado/

Ayer por la tarde, se dio a conocer que el músico mexicano Juan Carlos González, mejor conocido como Mateo Lafontaine, falleció a la edad de 58 años. La noticia fue confirmada por su hermano Mario a través de su cuenta de Instagram y Twitter donde escribió “Descanse en paz Década 2 1962/ 2020”. Aún se desconocen las causas de la muerte del artista.

Mateo Lafontaine incursionó en la música electrónica desde muy joven, siendo parte de grupos como María Bonita, Old Fashioned, Volti, Silueta Pálida, Década Hoy, Dix Dix, Club Soda, Nobody Was There y Década 2, agrupación con la que se presentó en eventos como el Control Fest donde compartió escenario con Black Line, Front 242, The Horros, entre otros.

La incursión de Mateo en la música electrónica se dio, contaba él, cuando comenzó a acercarse a música como la de Joy Division y Kraftwerk, al igual que iba conociendo agrupaciones mexicanas como Size, sintiendo gran admiración por sus integrantes Illy Bleeding (Jaime Keller), Dennis Sanborns (Walter Schmidt), This Grace (Carlos Robledo) y Dean Stylette (Alfonso Moctezuma).

Los proyectos musicales del artista se caracterizaron por la combinación y experimentación con géneros como el Cold y el Dark Wave, siendo su principal sello personal la utilización de sintetizadores análogos y cajas de ritmo, instrumentos que lo llevaron a crear grupos en donde se reunía a hablar de música electrónica y la evolución de esta.

Fiel a los sonidos de su generación, Lafontaine sostenía que “Década 2 no es un proyecto que haga, exactamente, música electrónica comercial o esté de moda. Es una música que muchos consideras oscura y ruda. Mi verdadera pasión es la música electrónica.” Agregando que la entrega a ese movimiento con el que creció era algo que lo sostenía como un hombre muy “pasional y muy entero”.

Algunos amigos y personajes de la escena underground lamentan la perdida de uno de los eslabones más resistentes de la música electrónica mexicana, mismo movimiento que en su momento nació como una respuesta contracultural a la industria pop que imperaba a finales de 1970. Robert Proco escribió ““Qué día tan triste. Mi primer encuentro con Mateo fue en la revista Sonido una foto de su proyecto María Bonita, la imagen era inquietante él vestido de sacerdote, un par de años.”