Por: Redacción/

El pasado sábado 5 de septiembre se estrenó por la plataforma digital Capital Cultural en Nuestra Casa la videocharla “Masivos. Historia de los conciertos masivos en México”, una propuesta original de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México que durante esta temporada de distanciamiento social puede verse en redes sociales y el canal de YouTube de la dependencia.

Para narrar el origen de la actividad musical en el espacio público, como un acto de apropiación colectiva que ha caracterizado a la Ciudad de México, Argel Gómez Concheiro, director de Grandes Festivales Comunitarios de la secretaría, es el encargado de remontar al público a los años sesenta y a las batallas del rock frente a la intolerancia del pasado que prohibía la realización de conciertos masivos y la congregación de jóvenes.

“Es una historia fascinante porque está ligada a la propia historia del país y a fenómenos culturales, sociales y económicos”, comparte Gómez Concheiro, quien primero contextualiza lo sucedido a nivel nacional con las manifestaciones juveniles que sucedían alrededor del mundo y que se expresaban en importantes festivales musicales como el Festival de la Isla de Wight, en Inglaterra (1968), y Woodstock, en Estados Unidos (1969), así como en conciertos como el de la banda The Beatles en el Shea Municipal Stadium de Nueva York, en 1965.

El funcionario capitalino recuerda la oferta de México en los años sesenta y el surgimiento de la nueva canción latinoamericana, así como sus máximos representantes, al tiempo que explica la primera escena del rock nacional y los primeros festivales multitudinarios organizados por el movimiento estudiantil de 1968, para llegar al Festival de Avándaro en 1971.

“Fue un festival masivo pacífico que significó una gran experiencia para los asistentes, se considera el mito fundador del rock mexicano”, menciona el Director de Grandes Festivales durante la cápsula de video en la que despliega el origen de Avándaro y de todos los artistas que participaron, haciendo uso de un respaldo documental de fotografías, videos y fuentes hemerográficas de la época.

Luego de señalar la censura que vivieron los jóvenes mexicanos a raíz de dicho festival, Gómez Concheiro desarrolla la batalla del rock por encontrar espacios y a sus más destacados exponentes que dieron paso a la industria del espectáculo en los años ochenta, de la mano de una escena cultural independiente sacudida por el terremoto de 1985.

Por ejemplo, destaca, “el Festival de la Canción Rupestre con Rockdrigo González, Jaime López y Cecilia Toussaint, entre otros, difundió las barreras entre los rocanroleros y trovadores”.

En el video, los interesados también pueden conocer el contexto social de donde provienen bandas de rock nacionales de finales de los ochenta como Botellita de Jerez, Caifanes, Santa Sabina y Café Tacvba, además de grupos internacionales liderados por Soda Estéreo, Mecano, Hombres G y Enanitos Verdes, los cuales dieron paso a un rock en español que la industria comenzó a difundir.

De esta forma, “Masivos” lleva a la audiencia por la evolución del rock mexicano en la década de los noventa, desde los festivales musicales de apoyo al Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que despertaron una nueva conciencia social y política de la juventud, hasta la apertura espacios gracias al primer gobierno electo en la capital del país que dio origen a importantes encuentros como el Festival Vive Latino.

Con imágenes, carteles, videos, fotografías y fragmentos de video, Argel Gómez rememora finalmente los más emotivos conciertos que han tenido como escenario el Zócalo de la Ciudad de México y espacios culturales de la periferia como la Fábrica de Artes y Oficios de Oriente, destacando la importancia de estos rituales masivos para la juventud de esta gran metrópoli.

“Masivos. Historia de los conciertos masivos en México” puede buscarse en redes sociales y el canal de YouTube de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, como una actividad más que contribuye al ejercicio de los derechos culturales de habitantes y visitantes de la urbe durante el actual semáforo naranja.