Por: Oswaldo Rojas

Los gatos son el segundo animal que los humanos han domesticado para ser sus compañeros de vida. No es para menos, y es que a diferencia de los caninos existe toda una mística a su alrededor originada de su naturaleza independiente, sus gestos cuidadosos y, en ocasiones, su actitud prepotente. En el marco del día internacional de los gatos Mugs Noticias recuerda a un pintor que los retrato con obsesiva repetición: Louis Wain (1890 – 1939).

Wain fue un pintor londinense atacado por la esquizofrenia, lo que según los psiquiatras explicaría el proceso de transformación que su pintura paso con los años. Y es que este artista, realizaba usando al gato de la familia, “shows” para divertir a su esposa. Recuperadas algunas de las cartas del pintor ahora se sabe que fue su esposa quien le dio la idea de hacer lienzos de gatos en actitudes humanas: leyendo, fumando, bebiendo, bañándose, etc.

Gatos de Luis Wain

Con la muerte de su esposa enferma de cáncer, se mudo a Nueva York, donde sus pinturas comenzaron a sufrir cambios en la tonalidad, formas y temática. Los gatos que antes actuaban como humanos en situaciones graciosas se transformaron en retratos mórbidos de felinos de ojos rasgados, sonrisas inquietantes y compuestos por fractales. Esas ultimas pinturas realizadas a partir de 1910 hacen parecer a los gatos como oscuros demiurgos de Wain.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la esquizofrenia como: una distorsión del pensamiento, las percepciones, las emociones, el lenguaje, la conciencia de sí mismo y la conducta. En el caso del londinense se cree que la enfermedad se origino por la toxoplasmosis, una infección parasitaria contagiada por los gatos. El carácter de Wain se volcó hacia la violencia y la desconfianza que aparentemente solo lograba apaciguar por medio de la pintura. Sus últimos trabajos los realizaba en el patio de la clínica en la que estaba internado desde 1924 y al que llegaban gatos callejeros a tomar el sol.

Su muerte sobrevino en 1939, año en que sus pinturas eran ya indescifrables. Trazos caleidoscópicos que que aun siendo realizados en un momento donde la esquizofrenia distorsionaba por completo su percepción logran evocar en el espectador la sensación de estar frente a algo que lo observa.