Por Melisa Carrillo
Guillermo Fadanelli nos presenta su nueva obra, un texto que nos habla de una parte de la Ciudad de México que hoy es representativa de una clase social alta, de los que en algún momento eran considerados los nuevos ricos, los que estaban en el barrio universitario.
Al terminar el tramo sur de la avenida Periférico a mediados de los años setenta, la ciudad cerraba sus puertas y un lugar despoblado comenzaba a formarse.
En ese límite empezaron a ocuparse novísimas residencias con grupos de familias tocadas por la nueva realidad económica del país. En este ambiente de nuevos ricos, Guillermo llega a su hogar con un importante complejo de inferioridad.
Pronto hace nuevas relaciones y asimila a aquellos que a su edad convierte en su grupo de amigos: estúpidos insolentes y desvergonzados sin una guía de supervivencia más que la necesidad sexual.

EN PALABRAS DEL AUTOR

“Cuando terminé de escribir Al final del periférico descubrí que después de ir y venir por la literatura había logrado encontrar una voz que uniera memoria y libertad de escritura, con el desasosiego propio del vivir.
“Uno siempre es niño y después se muere, me convenzo a mí mismo. Y ahora descubro que intentaba —acaso de manera inconsciente— reunir en una obra todo el sentido y la emoción de haber vivido durante un instante, y retener, por medio de la literatura, aquel momento en la memoria.
Guillermo Fanadelli

Guillermo Fadanelli

“No he guardado nada bajo la cama y si esta novela, que pasó sobre de mí como un relámpago, posee alguna virtud o valor es la de reconocer que la vida sucede en buena medida sin nuestra intervención.
Los adolescentes que se congregaron al final del periférico a mediados de los años setenta, mis amigos, acompañados de su gracia, inocencia y crueldad naturales ríen y se preguntan: ‘Willy, ¿un escritor? ¿Qué carajos es eso?’.”