Por: Risso Alberto

Como un asteroide que trae consigo colisión y catástrofe, algunas relaciones familiares, entre crisis y desencuentros, al colapsar destruyen todo a su alrededor. Con esta analogía de base y partiendo de una experiencia personal, el director mexicano Marcelo Tobar escribió y dirigió su segundo largometraje, la historia de una familia con heridas más profundas que el tiempo.

Tras estrenarse durante la edición 2014 del Festival Internacional de Miami, donde fue nominada al Premio del Jurado, Asteroide (2014) llega a la cartelera de la Cineteca Nacional a partir de este viernes 9 de octubre.

Su trama gira en torno al reencuentro de Cristina y Mauricio, dos hermanos que tras la muerte de sus padres y siete años de separación, buscan volver a convivir en la casa de su infancia. Cristina es quien vuelve de España huyendo de una crisis personal, pero a su regreso sólo encuentra que también había escapado antes de su familia y de la destrucción que dejó a su paso.

A medida en que conversan y se acompañan, Cristina y Mauricio develan las razones tras su trato distante y extraño. La soledad de ella, el alcoholismo y sedentarismo de él, son algunas de las señales de las tragedias y las culpas que los persiguen.

En conferencia de prensa en la Cineteca Nacional, Marcelo Tobar compartió la raíz tan personal que tiene este complejo drama familiar que, según expresó, elaboró como una especie de catarsis: “La historia tiene que ver con algo que viví en mi propia familia y se inspira en la relación que llevo con uno de mis hermanos, de quien permanezco alejado hasta la fecha”.

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“Quería reflejar la destrucción latente en cada familia y de lo absurdo que es la obligación de seguir unido a personas que son negativas para ellos y para otros, sólo porque compartes sangre con ellos. Parece duro, pero es una reflexión simple de las relaciones humanas”, agregó.

Acompañado del actor Arturo Barba, quien interpreta a Mauricio, el director subrayó el destacado trabajo actoral de los protagonistas. Para el realizador la gran familiaridad y compenetración que lograron construir ambos actores es admirable, pues debido a las limitantes de presupuesto la filmación se llevó a cabo tan sólo en un mes, sin periodo de ensayos previos.

Por su parte, Arturo Barba dijo que su trabajo en pantalla es el resultado del proceso creativo tan particular de Marcelo Tobar, el cual describió como una experiencia totalmente inmersiva: “Durante un mes completo vivimos Sophie y yo en esa casa, envueltos todo el tiempo en la psicología de esos hermanos. Lo que pude lograr fue entender muy bien el proceso mental de mi personaje, sin duda el más veraz que he construido en toda mi carrera”.

Con la ciudad de Cuernavaca, Morelos, como escenario, Tobar regresa en Asteroide al tema de las relaciones familiares como con su opera prima Dos mil metros sobre el nivel del mar (2008), y vuelve a mostrar su voluntad creativa al desarrollar una producción totalmente independiente.

El cineasta señaló que su película no podía filmarse en ningún otro sitio, pues los escenarios que ofrece Cuernavaca “son ideales y se asemejan a cualquiera del mundo. Desde que escribí la historia la pensé para desarrollar en una ciudad pequeña, en la provincia mexicana, y en mi experiencia como productor independiente lo que debes hacer es adaptar los proyectos a los lugares donde te ofrezcan más apoyo, y aquí lo encontré”.

A partir del viernes 9 de octubre Asteroide se estrenará en salas del circuito cultural del país encabezadas por la Cineteca Nacional y Cine Tonalá, en la Ciudad de México; y por el Cine Morelos, en Cuernavaca.

En la función de este viernes 9 de octubre a las 20:30 horas, el realizador estará presente en la Sala 8 para conversar con el público.