Por: Redacción

Más de 9 mil 500 personas disfrutaron de las canciones de Francisco Gabilondo Soler Cri-Cri, en la voz de Javier Camarena, considerado como la sensación de la ópera mundial.

El concierto, organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal en las Áreas Verdes del Centro Nacional de las Artes (Cenart), reunió a diferentes generaciones, desde niños hasta adultos mayores, quienes cantaron y bailaron al ritmo de la música del grillito cantor.

El tenor mexicano cautivó a los asistentes con su carisma y la interpretación de La patita, Gato de barrio, Caminito de la escuela, Cochinitos dormilones, Ché araña, El chorrito, Pico Peñón, El comal y la olla, Jicote aguamielero, El ropavejero, Cucurumbé, Teté, El baile de los muñecos, Muñeca fea, La marcha de las canicas, La merienda, Canción de las brujas, Lunada y El negrito bailarín, entre otras.

Camarena fue acompañado por una orquesta integrada por 20 músicos y las cantantes Guadalupe Paz, Ariadne Montijo y Diana Peralta, quienes enfundadas en llamativos vestidos rojos entonaron los coros de las legendarias Tres Conchitas.

La canción Dí por qué fue uno de los momentos más conmovedores del recital. Tres abuelitas del público subieron al escenario y sentadas en un sofá escucharon la cálida versión del intérprete, quien al final les obsequió un ramo de flores.

Otro momento igual de significativo ocurrió cuando la hija de Javier Camarena, Adriana, corrió a los brazos de su padre luego que éste le dedicó Ojitos de cascabel.

De acuerdo con el ganador del Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli 2004, lo más de difícil de hacer el disco Javier Camarena canta a Cri-Cri fue seleccionar las canciones, debido a que hay muchos personajes queridos y entrañables.

La presentación también fue transmitida en vivo en una pantalla gigante colocada en el corredor Ángela Peralta, ubicada a un costado del Palacio de Bellas Artes, en el Centro Histórico de la Ciudad de México; y vía streaming, a través de la página de la Secretaría de Cultura (www.cultura.gob.mx).

El ganador del primer lugar en el Concurso de Canto Juan Oncinas 2005, en Barcelona, España, comentó que vivimos en un mundo en el que vemos a los niños sumergirse en la tecnología, por lo que es más fácil verlos jugar con una tablet que con canicas o matatenas.

Sin embargo, en la presentación quedó demostrado que por lo menos la música de este clásico infantil no pasará de moda, pues cientos de pequeños no sólo corearon los temas, sino que exigieron varios de los que son sus predilectos.

Fue el caso de El ratón vaquero, que detonó el baile multitudinario con el que culminó el concierto en un ambiente de verbena y alegría colectiva.

Finalmente, como dice la canción del compositor veracruzano “a los niños en estos tiempos, los mismos cuentos les gusta oír”.

Javier Camarena se despidió de la audiencia en medio de porras, vítores y aplausos, no sin antes pedir a todos los niños que preserven su infancia y nunca dejen de soñar ni imaginar.