Por: Redacción

Con su instalación Psico-seres de acción onírica, montada en el Museo de la Ciudad de México, en la Sala “Salvador Novo”, el artista mexicano Rubén Maya busca confrontar al público con su lado más oscuro a través de 69 personajes fantasmagóricos, que tienen cabeza femenina, cuerpo de toro y una mano como cola.

“Estamos acostumbrados a ver exposiciones de luces y cuadros, pero no a ver espacios oscuros con personajes extraños fluorescentes, esto genera un sentido de extrañeza y, por lo tanto, de confrontación contigo mismo”, expresó Maya durante la inauguración, que se llevó a cabo la noche de este martes 13 de septiembre.

Para la apertura, Rubén Maya y Julio César Ponce ofrecieron un performance sonoro de mantras tibetanos ante la presencia de Alejandro Salafranca, Coordinador de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Secretaría de Cultura capitalina; José María Espinasa, Director del Museo de la Ciudad, y Luisa Barrios, curadora de la muestra, y cientos de jóvenes asistentes.

“Rubén Maya nos revela su subconsciente en una instalación a través de imágenes visuales y sonoras de personajes espectrales, que surgen de una profusa exploración de la teoría del sueño y de la experimentación, así como de la práctica de disciplinas filosóficas orientales”, comentó Luisa Barrios.

De acuerdo con Rubén Maya, Doctor en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, la parte conceptual del proyecto proviene de una reflexión de la teoría junguiana, del arquetipo de la sombra psíquica que todos llevamos dentro y no siempre la sacamos, que tiene que ver con la soledad, la angustia, la parte difícil de la cotidianidad.

Añadió que la pintura fluorescente representa la parte luminosa del ser que cubre o guarda aquellas sombras.

José María Espinasa señaló que la instalación es una experiencia estética y trasformadora —que crea bajo la luz negra—, un espacio de meditación y contemplación entre seres deformes, ángeles y demonios.

Señaló que la Sala “Salvador Novo” se ha vuelto un “gabinete experimental” donde el público ha podido disfrutar recientemente de la obra pictórica Diluvios, de Luis Argudín —instalada a manera de pinacoteca del siglo XIX— y el trazo de Jazzamoart, con su mural El antro de las mil ventanas, que pintó en homenaje a Joaquín Clausell.

Por último, Rubén Maya, quien ha realizado 80 exposiciones individuales y más de 200 colectivas a nivel nacional e internacional, agradeció a la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México (SCCDMX) por abrirle las puertas del museo para mostrar por primera vez su obra.