Por: Redacción/

La Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), informó que dio inicio al “Programa de trabajo para la modernización de la Red Eléctrica de media y baja tensión del Palacio de Bellas Artes”, a partir del pasado mes de febrero de 2020.

La secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, y la directora general del INBAL, Lucina Jiménez,  plantearon la necesidad de atender la infraestructura del Palacio de Bellas Artes en aquellas dimensiones que no suelen tener visibilidad, es decir, los espacios subterráneos, la infraestructura técnica y especialmente las instalaciones eléctricas cuya necesidad de actualización, modernización y puesta en norma eran una necesidad urgente.

Durante el proceso de entrega recepción, en diciembre de 2018, se recibió el diagnóstico elaborado por una Unidad Verificadora, autorizada por la Secretaría de Economía, el cual señalaba la necesidad de hacer una intervención integral en el Palacio de Bellas Artes. De ese diagnóstico, que no estaba concluido del todo, la administración anterior desprendió la necesidad de hacer una inversión por 300 millones de pesos, con el fin de poder poner al día los sistemas eléctricos que durante décadas no habían recibido atención, por lo que podían encontrarse instalaciones que datan de su primera etapa constructiva hasta la actual.

El tema se elevó a nivel presidencial, con el fin de prevenir cualquier situación que pudiera poner en riesgo el espacio de excelencia artística que representa el Palacio de Bellas Artes, y luego de haber atestiguado el lamentable siniestro de Notre Dame o del Museo Nacional de Brasil.

Se realizaron diversas reuniones en Palacio Nacional, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador dio el impulso necesario para contar con el apoyo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), encabezada por Manuel Bartlett, en lugar de contratar a empresas que completaran el diagnóstico y definieran un proyecto ejecutivo costoso y luego atendieran la obra física. Es decir, se recurrió a la infraestructura misma del Estado para atender una necesidad de uno de los 10 teatros más importantes del mundo.

El Palacio de Bellas Artes entró entonces en la lista de los proyectos prioritarios en infraestructura, en el sector de patrimonio histórico y artístico, por parte del Gobierno de México. Gracias a la intervención presidencial, el INBAL entregó el diagnóstico a la CFE, con el fin de que pudiesen analizar su contenido y trazar una ruta de trabajo conjunta con el personal especializado de Bellas Artes.

El 29 de febrero se llevó a cabo una reunión interinstitucional, presidida por la Directora General del INBAL, con los equipos técnicos de trabajo del Palacio de Bellas Artes y de la Subdirección General de Patrimonio Artístico Inmueble, dado que es necesario en toda intervención atender la naturaleza patrimonial de este recinto que pertenece a todos los mexicanos, así como con un grupo de especialistas de la CFE, especialmente de Distribución y de la Zona Centro de la empresa. Se estableció la coordinación y logística con el propósito de implementar el “Programa de trabajo para la modernización de la Red Eléctrica de media y baja tensión del Palacio de Bellas Artes”, con el cual se realizó la definición de las distintas etapas necesarias para poner al día las instalaciones.

La CFE desplegó un equipo de trabajo altamente especializado que laboró durante febrero y marzo pasados en coordinación con el personal responsable de ingeniería y subestaciones eléctricas, durante las noches, con el fin de no detener la actividad artística, ni los servicios al público.

Así, para el mes de marzo se contó con el diagnóstico técnico de todas áreas del Palacio de Bellas Artes, pasillos, sótanos, azotea, oficinas administrativas, museo, sala principal, accesos, alumbrado arquitectónico y en cada centro de carga para iluminación y fuerza del PBA.

Con base al diagnóstico y pruebas realizadas por la CFE y las actividades llevadas a cabo en las cargas de demandas máximas y estudios de termografías, se corrigieron deficiencias y determinaron necesidades, de tal suerte que se descarta la posibilidad de alguna falla que ponga en riesgo la integridad física del personal o de las instalaciones, toda vez que no se encontraron elementos significativos y sostenidos que afecten la instalación eléctrica del Palacio de Bellas Artes. En cambio, sí se encontraron necesidades de redistribución de cargas de protecciones eléctricas en diferentes instalaciones, además de actualizar la instalación a las normas vigentes.

Considerada una actividad sustantiva, estratégica, las actividades se han seguido realizando, con todas las precauciones y en estricto apego a las normas dictadas por la Secretaría de Salud durante esta contingencia sanitaria del COVID-19. Parte de las tareas a realizar son:

· Continuidad en la revisión de protecciones eléctricas, estudio de sistema de tierras, banco de capacitadores e inventario de materiales y equipo.

· Programa de reconfiguración de la distribución de cargas y protecciones, con la coordinación estrecha para esta gestión, con la Gerencia del Palacio. Con el espacio cerrado será posible la programación de acciones en las secciones requeridas, gracias al trabajo coordinado por los especialistas de la CFE, estamos frente a un escenario donde no se requiere la cantidad de recursos considerada por la administración anterior.

De esa manera, en lugar de requerir los 300 millones de pesos que se habían planteado con el diagnóstico que se recibió, la modernización de la red eléctrica del Palacio de Bellas Artes tendrá un costo de 25 millones de pesos, lo que permitirá tener una red moderna y actualizada que dé soporte a todas las actividades artísticas, de exhibiciones y de servicio público que atiende el Palacio de Bellas Artes, una de las infraestructuras culturales más importantes de México.