Por: Redacción

La obra de Otto Dix, el artista que fue censurado y perseguido por los nazis, el luchador de la paz y el entendimiento a través de la cultura, el hombre que hizo de sus trazos un arma para confrontar la barbarie, es presentada en la primera retrospectiva en México, inaugurada la noche del martes 11 de octubre en el Museo Nacional de Arte.

Otto Dix.Violencia y pasión, exposición inaugurada en el marco del Año Dual Alemania-México, reúne 162 piezas realizadas entre 1913 y 1960, que abarcan sus años tempranos, su periodo de rebeldía estética que le buscó la antipatía del Nacional Socialismo hasta las obras realizadas poco antes de su muerte.

El secretario de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa, acompañado por Reinhard Maiworm, director del Instituto Goethe; la curadora, Ulrike Lorenz; María Cristina García Cepeda, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Leander Dix, nieto de Otto Dix, inauguró esta retrospectiva donde a través de 56 pinturas (38 óleos, 16 acuarelas, 2 gouaches), 87 obras de gráfica y 19 dibujos se puede apreciar el tormentoso universo que vivió Otto Dix en dos guerras mundiales, el desencanto, la miseria, la sordidez y el hastío por la violencia.

Rafael Tovar y de Teresa definió a la muestra como una de las más importantes del programa cultural del Año Dual México-Alemania en el que grandes creadores han llegado a tierras mexicanas para mostrar el bagaje cultural y las vanguardias artísticas de una nación conectada por estrechos lazos con nuestro país

El secretario de Cultura destacó la oportunidad de que estos cuadros que retratan el sentir de un artista que transitó por los momentos más difíciles del siglo XX puedan ser conocidos por las nuevas generaciones con una curaduría que toma en cuenta todos los puntos de vista, tanto del artista como de los significados plasmados en cada óleo y dibujo.

Recordó que Otto Dix vivió de cerca la Primera Guerra Mundial y peleó con el ejército alemán en 1918 sin interrumpir nunca su vena artística. Posteriormente, al llegar la paz, y firmarse el tratado de Versalles su obra comenzó a ser conocida, aunque después fue objeto de censura.

“Es una celebración que esta exposición llegué a México en el marco de este intercambio cultural entre dos naciones para mostrarnos a un artista que continúa sorprendiendo al mundo con la fuerza de sus trazos”, agregó Rafael Tovar y de Teresa.

Reinhard Maiworm afirmó que esta exposición, después del éxito que tuvo en el Museo Marco de Monterrey, sigue alimentando el diálogo cultural entre México y Alemania a través de un testigo del siglo XX como lo fue Otto Dix y su pasión por no ceñirse nunca a las formas establecidas, a las ideologías, crisis y fronteras.

“El suyo es un drama del siglo XX pero también del siglo XXI, él nos hizo entender varios escenarios y varias ideas para reinterpretarlas en nuevos contextos para aprender del pasado. Sin duda una muestra que ilustra sobre el dolor, la pasión, la violencia y el deseo de vivir en paz”.

Durante el recorrido inaugural el público pudo conocer obras representativas del artista como Autorretratos, realizado en 1914 en homenaje al filósofo Friedrich Nietzsche, así como los cuadros Desfiladero con caballos, Farolas y Autorretrato como fumador, entre otros.
Al guiar a los asistentes, la curadora Ulrike Lorenz afirmó que Otto Dix desarrolla con la pintura una gran variedad de intereses acerca del arte y que iban del Renacimiento al futurismo, sin embargo, es a través del dibujo donde encuentra el escenario ideal para dar rienda suelta a su desarrollo intelectual, aspectos que el público podrá percibir en esta magna exposición.

Otto Dix. Pasión y violencia se presenta hasta el 15 de enero de 2017 en el Museo Nacional de Arte. Tacuba 8, Centro Histórico.