Por: Redacción/

La noche de este viernes 12 de octubre el Museo de Arte Carrillo Gil (MACG) abrió sus puertas para ofrecer al público la muestra Memorias de la ira. Arte y violencia en la colección del Museo de Arte de Lima-MALI que, conformada por una cuidadosa selección de 17 obras que exploran distintos aspectos del conflicto que azotó a Perú entre 1980 y 2000, propone impactantes miradas y reflexiones del arte actual sobre las perspectivas y temporalidades de los sucesos de aquellos cruentos años en el país sudamericano.

Durante la inauguración, que contó con la presencia de Magdalena Zavala Bonachea, coordinadora Nacional de Artes Visuales del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA); Julio Garro Gálvez, Embajador de Perú en México, y Paula Duarte Acosta, encargada de despacho de la Dirección del MACG, se destacó el trabajo conjunto con el Museo de Arte de Lima (MALI), que concluye con la exposición, la cual da cuenta de las cicatrices dejadas por la guerra entre Sendero Luminoso y el Estado y sus efectos en la sociedad del país latinoamericano.

Magdalena Zavala llevó a los presentes el mensaje de Lidia Camacho Camacho, directora general del INBA, quien destacó que la presencia de tan importante acervo, “es producto de la colaboración emprendida por el Carrillo Gil, que exhibió el año pasado en el MALI de Perú, la exposición Orozco, Rivera y Siqueiros. Modernidad en México, 1910-1966, y que atrajo el interés de 122 mil visitantes en ese país”.

Memorias de la ira, bajo la curaduría de Sharon Lerner, actual curadora de arte contemporáneo del recinto peruano, “ha sido trabajada por más de un año de manera directa con todo el equipo del MALI y no hubiera sido posible sin el maravilloso equipo del Museo de Arte Carrillo Gil”, reconoció Paula Duarte.

Por su parte, Julio Garro refirió que la vinculación entre su país y México siempre ha estado basada en aspectos culturales. “Hemos estado interactuando de distintas maneras… esta última es particularmente significativa, ya que se trata de una de las facetas del arte peruano poco conocidas”, aseguró el diplomático.

En la muestra destaca el monumental conjunto de fotografías de carátulas de publicaciones incautadas a integrantes de Sendero Luminoso que conforman la obra de Pablo Hare, Incautados (2014); la serie Piraq Causa (¿Quién es el causante?, en lengua quechua), un conjunto de pinturas tradicionales realizadas entre 1980 y mediados de los noventa por la Asociación de Artistas Populares de Sarhua, y que es uno de los relatos visuales más potentes sobre el periodo, y UNSCH/Pikimachay de Armando Andrade (2012), video instalación que lleva al visitante por los espacios de la Universidad San Cristóbal de Huamanga, cuna de Sendero Luminoso y en su momento un proyecto de estatal educativo que propició el diálogo entre intelectuales.

Entre las obras que componen la exposición destacan también Remember Fernandito 2 y 3 (Uchuraccay), de la serie Memorias de la ira (1987) de Jesús Ruiz Durand; Carpeta negra (1989), conjunto de serigrafías del Taller NN; Perú (1989), collage de Herbert Rodríguez; Gloria evaporada (1995), conformada por fotografías y videos de Eduardo Villanes; y Cantuta (1995), serie de 12 fotografías de Herman Schwarz que registran la intervención de artista Ricardo Wiesse en la quebrada de Cieneguilla, así como un centro de documentación sobre la historia del conflicto peruano.

Memorias de la ira. Arte y violencia en la colección del Museo de Arte de Lima-MALI puede visitarse hasta el 10 de febrero de 2019, de martes a domingo de 10:00 a 18:00, en el tercer piso del Museo de Arte Carrillo Gil, Avenida Revolución No. 1608, esquina Altavista, en la colonia San Ángel de la Ciudad de México. Para mayores informes visite http://www.museodeartecarrillogil.com