Por: Redacción/

Un “problema central” para los estudiosos del marxismo consiste en establecer la relación entre la vasta obra de Carlos Marx y la situación económica y política contemporánea, señaló el doctor Gerard Duménil, director de investigación del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) de Francia.

Al participar en la mesa inaugural del Coloquio El Capital. 150 años, reflexiones sobre la sociedad y el capital en el siglo XXI, en la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el académico francés sostuvo que después de varias décadas de estudiar la obra del pensador prusiano, “podemos decir que no es posible entender la situación económica o política actual, fuera del marco de análisis que Carlos Marx desarrolló hace tantos años”.

De acuerdo con el autor de Altermarxismo: otro marxismo para otro mundo hay una especie de “fundamentalismo” en el sentido de la importancia de ir a los principios de Marx para estudiar la sociedad y la historia. “Somos marxistas y por tanto es imposible entender el momento actual fuera de este marco de análisis”.

Pese a las crisis estructurales por las que el capitalismo ha transitado: la gran depresión, la de los años 70 del siglo pasado y la de 2007, éste ha logrado cada vez salir adelante. “Efectivamente el capitalismo tiene la tendencia a entrar en crisis crónica, pero de cada una ha salido mediante cambios económicos, políticos y compromisos socialdemócratas”.

Duménil señaló que no existe una manera de entender lo que pasa actualmente en la economía y la política sin hablar de clases y de lucha de clases”, y en ese sentido “el neoliberalismo es un fenómeno, un resultado de esa lucha”.

La economía mundial está pasando del capitalismo hacia un nuevo modo de producción denominado gerencialismo, el cual se manifiesta de manera distinta en los países. Por ejemplo, en México y en naciones de América Latina es diferente que en Estados Unidos, porque ahí este proceso se vive en forma muy avanzada.

La etapa actual del capitalismo gerencial se trata de un tipo de centralización y concentración del poder en el mundo y del dominio de la gerencia financiera “superior”; no son los capitalistas los que controlan el orbe sino dicha gerencia financiera que somete y tiene su corazón principalmente en el vecino del norte y Gran Bretaña.

El economista francés consideró que el neoliberalismo ha sido un desastre político porque es un sistema capitalista gerencial con el dominio ideológico y de las clases financieras.

El doctor David Barkin Rapaport, investigador del Departamento de Producción Económica de la Uindad Xochimilco de la UAM, apuntó que en México y América Latina la idea de que “el actor revolucionario de nuestros días es la clase proletaria se está desmoronando”.

De acuerdo con el investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores hay nuevos protagonistas revolucionarios que construyen “de manera deliberada y con conocimiento” las sociedades postcapitalistas; en ese sentido la revolución, tal como fue concebida en la tradición marxista, no incluye sólo a la clase proletaria.

Los indígenas, por ejemplo, forman parte de estos nuevos actores, pues “saben bien lo que es el capitalismo, los 500 años de explotación y de la resistencia que han opuesto y no actúan en forma individual sino colectiva, organizándose sistemáticamente en alianzas, redes y agrupaciones en las que tienen la oportunidad de ofrecer un modelo alternativo.

Si bien es cierto que estas colectividades no se plantean tomar el poder o el Estado, proponen opciones de organización que implican construir sociedades al margen del capitalismo.