Por: Redacción

A 16 años de su creación, el montaje coreográfico El hombre que sólo sabía amar ofrecerá una nueva temporada en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque, con funciones sábados y domingos del 24 de septiembre al 9 de octubre.

La pieza de Vicente Silva Sanjinés se ha mantenido en el repertorio de la compañía que lleva el nombre del creador, debido a la gran aceptación que ha tenido entre el público como una opción de danza contemporánea para niños.

La obra, que se ha presentado en diversas partes de la República Mexicana, cuenta el trafalgar de un hombre que vivía en un lugar extraño, en la búsqueda de alguien de quién enamorarse.

Vicente Silva Sanjinés, miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), comentó que el protagonista decide navegar por siete mares, el de la soledad, el de la armonía, el de los hoyos o el de las algas, hasta que encuentra una hermosa pulga con ojos gigantes y redondos como piedras de molino.

“El romance parecía perfecto, el hombre se enamoraría de la pulga, la pulga se enamoraría del hombre. Ella dormiría patas arriba y todo el mundo sabe que una pulga que duerme patas arriba, muere en el instante, pero por amor él aprendería a saltar como una pulga”.

Sin embargo, dijo, esta no es una historia con final feliz, pues el día de la boda, “el hombre y la pulga se fundieron en un beso, en un apasionado beso de amor y la pequeña pulga terminó convertida en una diminuta gota de sangre en la boca del hombre que sólo sabía amar”.

A lo largo de una hora y con nueve bailarines en escena, este montaje coreográfico es totalmente contemporáneo. “No hacemos passéfouetté, me pasé, me derrapé”, sino movimientos que, junto con la iluminación y los efectos, suscitan la imaginación de los espectadores.

Los niños, agregó el creador, han reaccionado muy bien, porque es muy divertida la pieza. De hecho, durante la obra se han contabilizado más de 40 momentos en que los pequeños se ríen, lo cual, dijo, “en danza contemporánea es difícil, mantener al público atento y en especial a los niños. Lo que intentamos es despertar el interés cognitivo, de una manera lúdica, muy divertida”.