La experimentación con animales podría abolirse. Hemos avanzado debido a esta práctica, pero hay alternativas para fabricar los medicamentos necesarios, sostuvo Paulina Rivero Weber en el Seminario Permanente de Bioética del Programa Universitario de Investigación en Salud de la UNAM.

Para la profesora de la Facultad de Filosofía y Letras, “más que fármacos se requiere educar la sensibilidad de los humanos; las disciplinas enfocadas al bienestar físico y la ciencia deben guiarse en el panorama completo de la vida. Preservemos el planeta y la mayor cantidad posible de especies en vez de producir estas sustancias”.

Ante el dilema “salvar vidas humanas o no experimentar con seres vivos”, planteado en la sesión mensual del seminario en el Auditorio Alberto Guevara Rojas de la Facultad de Medicina, la investigadora impartió la charla De Jahr a Potter, dos concepciones diferentes de la bioética, donde revisó el pensamiento de ambos.

Por su parte, Potter considera fundamental garantizar la supervivencia de la vida en el orbe y para ello se requiere una nueva ciencia que conjunte biología y humanidades.

Para Rivero Weber, el problema a resolver es el de la crisis por la contaminación y devastación que amenaza al planeta. “Al escuchar de experimentación con seres vivos me pregunto si no se darán cuenta de que estamos a punto de dejar de existir. Los científicos advierten que tenemos 20 años para revertir todo o habrá caos”.

Al respecto, citó los estudios de etología contemporánea de Frans de Waal y de Konrad Lorenz en los que, según la investigadora, queda claro que los mamíferos sienten igual que los humanos. “Compartimos el mismo sistema nervioso central y periférico; diferimos por el córtex, que nos permite razonar”.

Para la filósofa, es imperativo desarrollar respeto y compasión. “Mientras esto no suceda, difícilmente se salvará el mundo y el humano. Nuestra relación con la fauna, la flora y los ecosistemas tiene que cambiar en general”, abundó.

El obstáculo para lograrlo es la zoofagia. El 29 de noviembre de 2006 la ONU emitió una alerta sobre la necesidad de disminuir el nivel del consumo de carne pues, entre otras razones, las industrias cárnica y láctea generan más gases de efecto invernadero que el transporte (terrestre, aéreo y marítimo) en conjunto.

Según Rivero Weber, el problema reside en la mala educación y en este ámbito la función formativa o de esparcimiento de acuarios o circos es la peor. De igual manera, “los zoológicos se deben transformar en centros que cobijen la vida y eviten la extinción de los animales”, concluyó.