Por: Redacción

Elena Garro es la escritora más apasionante, controvertida e importante del siglo XX mexicano, coincidieron especialistas de su obra durante la charla Elena Garro. Cien años, que se realizó en el marco del ciclo Mujeres de letras.

En el evento, donde estuvo presente Mauricio Montiel Figueiras, coordinador nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, participaron Patricia Vega, periodista cultural, guionista y poeta; Eduardo Antonio Parra, escritor, narrador y ensayista; Beatriz Espejo, ensayista, narradora, traductora, periodista y profesora, y la actriz, dramaturga y directora artística Mariana Hartasánchez.

Patricia Vega compartió con el público fragmentos de crónicas periodísticas que escribió para La Jornada acerca del viaje que realizó Elena Garro cuando regresó a México, el 7 de noviembre de 1991, después de 20 años de vivir en el exilio, evento que fue considerado el acontecimiento cultural de la época.

La cofundadora de La Jornada añadió que esta es una efeméride propicia para resarcir muchas omisiones que en México se ha tenido con la vida y obra de esta escritora, ya que cuando ella hizo sus crónicas, dijo, no supo ver que Elena Garro requería de una persona que le ayudara en la administración de sus recursos.

“Ella tenía dinero, Octavio Paz nunca dejó de darle, entonces ¿por qué vivía en la miseria? porque podía gastarse una beca completa en latas de comida para gatos, en hielo o un abrigo de piel, entonces me di cuenta que Elena tenía una incapacidad para vivir en el mundo real y cotidiano y necesitaba una persona que le ayudara a existir”.

Eduardo Antonio Parra destacó que hablar de Elena Garro es dialogar de la escritora más controvertida del siglo XX mexicano, por sus escándalos, conflictos, desgracias que le provocaron “los demás”, las peripecias de su vida, sus frecuentes exilios y las disputas con sus colegas.

“Pero eso nos alejaría de lo que en verdad importa, es decir, de aquello que permanece después de que los rumores y chismes se desvanecen: su impresionante obra literaria, que es poderosa, original, apasionante y cuyos hallazgos temáticos y formales continúan influyendo en los escritores y escritoras que la sucedieron”.

El narrador y ensayista agregó que Elena Garro fue una guionista, coreógrafa, articulista, cronista, poeta, novelista, cuentista, dramaturga y escritora, con inquietudes diversas que la llevaron a abordar casi todos los géneros creativos e incluso algunos fuera de la literatura que la hacen ser la más alta narradora mexicana del siglo XX, tan sólo superada por sor Juana Inés de la Cruz.

En tanto, Beatriz Espejo relató algunas anécdotas que vivió con Elena Garro a quien definió como una escritora genial, autobiográfica, melancólica e imposible de imitar, a quien “era lindo tratar, hablar con ella, verla, pero al mismo tiempo una cosa de locos”.

La traductora también reveló que Elena Garro cuando regresó a México, el 10 de junio de 1993, habitó en un departamento donde olvidó que la limpieza es un lujo, tenía gatos de diversas nacionalidades, vivió entre el cigarro que le provocó un enfisema mortal, tragos de Coca Cola y café sin importarle la comida.

“Vivió diciendo que todo el tiempo es el mismo tiempo. Era una mujer enigmáticamente frágil y fuerte, de cabello claro y ojos melancólicos. Una narradora clásica dentro de la literatura mexicana y la más apasionante”.