Por Vicente Flores

La Melancolía de Lars Von Trier lo vuelve el Anticristo de la sociedad a través de su film Nymph()maniac.

Una chica llamada Joe (Charlotte Gainsbourg) que padece un trastorno obsesivo por el sexo, se ve envuelta en las consecuencias de su propia forma de vida, mientras que Selligman (Stellan Skarsgård) se vuelve el confidente de todas las historias nacidas de ella.

Nymphomaniac

Nymphomaniac

La sensación y el placer, se convierten en los ejes rectores de la vida de la tal Joe,  su vida es marcada por el rechazo total al amor y la aceptación de su condición. Es un filme que ataca totalmente al espectador de tal suerte que al salir, uno considera que pensar en un amor romántico, es cosa de locos, cuando el mensaje principal de la cinta del cineasta oriundo de Dinamarca es: el amor, es el deseo, pero con celos.

La severa crueldad con la que la protagonista de Nymph()maniac se desencanta del amor en pareja llevandola a escapar de sus compromisos con Jerôme (Shia LaBeouf, visto como el protagonista de la trilogía de Transformers) abandonando a su hijo, y decidiendo continuar con su vida de la manera más extravagante en cuanto a deseos carnales.

Nymph()maniac o la doble lectura.

Lo que para unos es una simple película realizada para generar morbo, en la que se exalta el sexo explícito, para otros es la forma de hablar de aquello a lo que no todos se atreven: las pasiones más ocultas de los seres humanos. Para otros, Joe es la persona que eligió la forma en que la vida le entregara más placeres y para todos aquellos hombres que entran en contacto con ella.

Lars Von Trier, siempre en contra del stablishment cinematográfico, aborda temáticas  repudiables en las sociedades moralistas, y los aborda de manera ya clásica en él. Claro ejemplo, son las dos cintas precedentes y que pertenecen  a la trilogía que ha denominado: Depresión, en primer lugar, la película Anticristo (2009), aquí relata las vicisitudes de una pareja que por un momento de descuido pierden a lo más “querido” de su vida, su único hijo, por lo tanto deben de afrontar su vida con esa carga, haciéndola llevadera a través de una terapia psiquiátrica de Marido a Mujer. En Anticristo tenemos a la misma Charlotte Gainsbourg haciendo pareja actoral  con William Dafoe (famoso por ser el duende verde en la primera entrega del Spiderman del 2002)

Y en segundo lugar de la trilogía, llega Melancholia, una película dramática con algunos tintes de ciencia ficción, en la que nuevamente Charlotte Gainsbourg ahora en el papel de Claire, debe lidiar con dos factores,  con la depresión de su hermana Justine (Kirsten Dunst, La Mary Jane del Spiderman del 2002) y también aprender a despedirse de la vida como ella la conoce pues se enfrentaran a un fenómeno cósmico que llevará a la humanidad, y especialmente a cada ser humano, a afrontar la conciencia de muerte.

El personaje de Kristen Dunst se ha sumido en una exacerbada depresión: “sueña con naufragios y con la muerte súbita”, explicó en su momento Von Trier. Sobre la relación que guarda la trama de ficción de la película y la naturaleza de su personaje central el cineasta aclaró que “En las situaciones catastróficas, los melancólicos guardan mejor la cabeza sobre sus hombros que la gente ordinaria, porque en parte pueden decir ‘¿qué te había dicho?’. Pero también y más importante, porque no tienen nada que perder”.

Nymph()maniac o la consolidación del cineasta.

La cinta a fin de cuentas se convierte en el descubrimiento de una nueva visión del mundo a través de los ojos de Joe, un mundo sensible, irritante, apasionante e irremediablemente excitante. Consolidación del cine de Von Trier, Consolidación eterna, consolidación por el trabajo como cineasta y consolidación con una historia de tragedia y pasión marginal.