Por: Redacción

El kabuki es una forma de teatro tradicional de Japón que significa cantar, sentir y bailar. Este género inscrito en 2008 en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad fue presentado en el Área de murales del Palacio de Bellas Artes como actividad paralela de la exposición El arte de la música.

Irene Akiko Lida (danza) y Nahoko Kobayashi (música) presentaron el espectáculo multidisciplinario La música en el teatro kabuki, conformado por una charla explicativa sobre los elementos del teatro kabuki y la presentación de Mai-sho-gaku (danza tradicional japonesa en la que confluyen los estilos kabuki buyō y butoh).

Las 138 personas que se dieron cita disfrutaron de una coreografía atractiva, pasional y delicada que retrató las estaciones del año en Kioto.

La pieza fue protagonizada por una geisha que transmitió diversas emociones a través de sus finos movimientos, los cuales fueron seguidos por sonidos suaves y poderosos producidos por tres tambores japoneses, hechos de madera y piel, tocados con palos de bambú.

La artista tradicional, acompañada de una sombrilla y un abanico, con sus movimientos también dio vida al viento que bajaba de las montañas, a relámpagos, gotas de lluvia que caían en un tejado, a un río que desembocaba en un mar, a olas grandes que chocaban contra las rocas y a nieve que caía en el techo de las casas o en árboles.

Estos movimientos siempre fueron acompañados por sonidos que además dieron vida a sitios japoneses, movimientos masculinos y a un samurái que conoce a una geisha de quien se enamora.

Finalmente, Irene Akiko Lida compartió con el público que un elemento destacado del kabuki es que se utilizan objetos para recrear acciones, por ejemplo, un abanico que se convirtió en una montaña, en una pipa, en caña de pescar, una sombrilla, en bandeja para lavarse las manos, un recipiente para dar bebida al novio, en el Sol naciente, en olas de mar o dio vida a la caída de una flor que es recogida por una mujer que juega con ella.