Por: Redacción

La fusión de jazz, folclor y pop con una interpretación propia de libertad y la idea de romper las reglas una y otra vez para adentrarse más en sí misma forman el hilo conductor de la propuesta musical de Amanda Tovalin.

Con un repertorio alusivo a sus dos primeras producciones discográficas, la jazzista nacida en el Distrito Federal en 1989 se presentó –el 23 de septiembre– en el Auditorio Arquitecto Pedro Ramírez Vázquez de la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), ante un público atento al planteamiento musical de la egresada de la Unidad Xochimilco.

Acompañada por su quinteto, la violinista, compositora y cantante complació a los presentes con temas de su autoría, así como de José Gutiérrez, Gustavo Cerati y Silvio Rodríguez, de quienes interpretó La bruja, Cactus y El necio, respectivamente, desentrañados en el género que la artista encuentra idóneo para desplegar su talento: el jazz.

En entrevista se autodefinió multifacética, pues ha tenido la oportunidad de aprender música, historia del arte, un poco de cine y escultura, además de cursar la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la UAM. Tovalin utilizaría todo ese bagaje para emprender “lo que más amo: la música”.

Desde sus primeras composiciones se basó en una interpretación personal de la cultura latinoamericana, “porque casi siempre que pensamos en el folclor nos remitimos a los conceptos de pueblo u originario de algún lugar”, pero optó por dirigir su trabajo hacia “lo que mi generación puede aportar a la cultura de la región y lo que retoma de ella”.

En la actualidad “es muy fácil olvidar lo que significa ser latinoamericano y todo el tiempo estamos rodeados de imágenes o estereotipos de otros países, por lo que nos creamos representaciones ficticias que duran poco porque no son sustanciales”; en las naciones del área hay puntos temáticos: la opresión, la lucha por la libertad, e incluso lo que llamó “la melancolía latinoamericana”.

La generación a la que pertenece no ha estado muy unida a la idea del folclor, sino más bien a Internet y la inmediatez de la comunicación, “por lo que me propuse retomar la cultura regional y ofrecer, desde mi trabajo, un punto de vista honesto” mediante el rescate de obras de grandes autores: Efraín Huerta y Andrés Henestrosa, o de otros más cercanos a la música pop: Cerati y Zoé, entre otros.

“Todo lo anterior queda fusionado con el jazz, que para mí siempre ha representado libertad, la facilidad de romper las reglas una y otra vez y, al hacerlo, me adentro cada vez más en mí misma. Ese es el hilo conductor para concebir nuestro proyecto”.

En tres años de trabajo, la compositora y su quinteto han producido dos CD Amanda Tovalin Jazz Collective y Punto de Partida, éste último nominado como el mejor de 2015 por la revista Sin embargo y reseñado por la publicación Rolling Stones, entre otras.