Por: IMCINE

Un lugar sin límites es aquel que no tiene fronteras. Que no existe. Una contradicción en sí misma. Un espacio geográfico sacado del mismísimo inframundo de Dante donde las debilidades humanas se ven trastocadas por el azar. En este paraje habitan personajes marginados que por más que lo intenten están destinados a vivir en la miseria y ser víctimas de su propia naturaleza. Es el infierno en la tierra.

Basado en la novela homónima de José Donoso y llevado al guion por José Emilio Pacheco y Arturo Ripstein, El lugar sin límites narra lo que acontece en un pueblo llamado El Olivo, un pueblo alejado y desolado en camino al abandono donde conocemos a La Manuela (Roberto Cobo Calambres), La Japonesita (Ana Martín), Pancho (Gonzalo Vega) y los pocos habitantes que aún quedan.

En esta historia nos topamos con el carácter contradictorio de diversas acciones de estos personajes y el arranque de furia de algunos otros, que se encuentran en los conflictos del deber y la prohibición, y el deseo y la pasión.

La burla y el escarnio social persiguen a La Manuela, un travesti que desentona con la localidad y sus miembros por su extravagante forma de vestir y de ser, pero que en los lugareños despierta curiosidad, como si algo de él les causara repudio. Algo les remueve por dentro cuando lo ven venir, como si algo de él hablara de todo lo que ocurre ahí dentro. Pero a pesar de ello, junto con su hija La Japonesita administra un burdel en esa localidad que presencia los más bajos instintos de los asistentes.

Con más de treinta premios y doce nominaciones de organismos como la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, el Festival de Cannes, San Sebastián, Sundance, Venecia, entre otros; el director mexicano Arturo Ripstein, enfrenta diversos obstáculos a lo largo de la filmación como el cambio de actores por parte de la productora, desacuerdos sobre la escenografía, problemas de edición, posproducción y las dificultades con el laboratorio para obtener la calidad fotográfica deseada.

Pero estos percances no le impiden al cineasta traer al celuloide esta historia con todo su sello que lo caracteriza: personajes víctimas de su propio destino; y se une a las más de 30 películas que conforman su trayectoria.

 La cinta fue exhibida en diversos países y festivales como el Festival de San Sebastián (premio especial del jurado); Premios ACE/ Asociación de Cronistas del espectáculo de Nueva York (premio al mejor director y mejor actriz de reparto); Festival de Cartagena de Indias, mejor actor (Roberto Cobo Calambres); mejor película, mejor director y mejor fotografía (Miguel Garzón) en las Diosas de Plata. Y de diversos Arieles como el de Oro a mejor película y Ariel de Plata por mejor actuación masculina para Gonzalo Vega, por mencionar algunos.

En FilminLatino contamos con algunos títulos que conforman el universo de Arturo Ripstein, como El castillo de la purezaLa viuda negraProfundo carmesíCadena perpetuaLas razones del corazónLa perdición de los hombresEl santo oficio, entre otros.

Debido a la importancia de esta película, la versión disponible en la plataforma cuenta con una gran calidad, debido al proceso que se le realizó en el laboratorio de Restauración Digital tanto para su digitalización, estabilización de color y sonido, gracias al Instituto Mexicano de Cinematografía en conjunto con la Cineteca Nacional para preservar las joyas cinematográficas del país.

El IMCINE, a través de FilminLatino, ha centrado algunas de sus acciones en estabilizar algunos materiales de su acervo, que son considerados filmes referenciales de una época del cine mexicano. Esta acción comenzó con Los murmullos, de Rubén Gámez, después vino Mariana, Mariana, de Alberto Isaac y El imperio de la fortuna, de Arturo Ripstein.

También se han recuperado para alimentar la memoria fílmica nacional; Cuartelazo y El rincón de las vírgenes, de Alberto Isaac; Los indolentes, de José Estrada; Vidas errantes, de Juan Antonio de la Riva; Miroslava, de Alejandro Pelayo; Retrato de una mujer casada, de Alberto Bojórquez y Una cita de amor, de Emilio El Indio Fernández.