Por: INAH

Con la entrega de una medalla conmemorativa de bronce a los descendientes de los creadores de la Galería de Historia, Museo del Caracol, así como a trabajadores por su antigüedad laboral, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) celebró el 55 aniversario del espacio museístico que forma parte de su red de museos.

Durante la conmemoración, Teresa Franco, directora general del INAH, resaltó el vigor y la vigencia que ha mantenido el recinto museístico, cuyos visitantes realizan una travesía retrospectiva y descubren un sinfín de referencias históricas y narraciones que confluyen en una sola: la historia del pueblo mexicano.

“El gran reto del Instituto es mantener las propuestas contemporáneas de vanguardia de este museo, y por ello se buscará trasladar los dioramas, maquetas y mensajes al lenguaje digital para compartirlos con el mundo entero”.

Recordó que el 21 de noviembre de 1960 se inauguró la Galería de Historia, impulsada por el talento intelectual del secretario de Educación, Jaime Torres Bodet, quien contó con la colaboración del presidente Adolfo López Mateos y del director del INAH en ese periodo, Eusebio Dávalos Hurtado.

Este lugar nació con la misión de mostrar los momentos estelares de la historia nacional, desde el inicio de la Guerra de Independencia hasta la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, así como a personajes a los que Jaime Torres Bodet —en su discurso de apertura— se refirió como “ignorados y oscuros unos, célebres otros, todos los que sirvieron lealmente a México merecen nuestra íntima gratitud…”.

El arquitecto Pedro Ramírez Vázquez levantó en el Cerro del Chapulín el nuevo museo con la participación del historiador Arturo Arnaiz y Freg, autor del guión histórico; del escenógrafo Julio Prieto y del museógrafo Iker Larrauri; los artistas Mario Cirett y Apolinar Gómez, realizaron las maquetas y las miniaturas; José Chávez Morado fue el autor de la puerta cancel de bronce, emblema y patrimonio del museo y del Recinto de la Constitución; y los hermanos Carlos y Federico Hernández Serrano, crearon la museografía.

La directora general del INAH felicitó a quienes hacen funcionar este recinto en beneficio de un público mayoritariamente infantil y juvenil, porque con su labor refrendan la capacidad del Instituto de responder a las responsabilidades que la sociedad le ha conferido.

Teresa Franco invitó a recordar la gran historia nacional y a quienes hacen posible que se conozca mejor, de manera plural y en aras de la libertad.

La medalla conmemorativa destinada al ex presidente Adolfo López Mateos fue entregada a su hija Ave López Mateos de Zolla.

Asimismo, el galardón destinado al arquitecto Pedro Ramírez Vázquez fue recibido por su hijo Javier Ramírez Campuzano; el asignado a Eusebio Dávalos Hurtado se entregó a su hija Lorena Dávalos. El museógrafo Iker Larrauri recibió personalmente esta distinción.

La medalla concedida a Mario Cirett, el maquetista que encabezó a los artesanos que elaboraron las figuras y las miniaturas, fue recibida por su nieto Rodrigo Casanova Cirett. El historiador Arturo Arnáiz y Freg, quien seleccionó los capítulos relevantes de la historia de México para representarse en el museo, fue igualmente honrado con una presea recibida por el historiador Andrés Lira, director de la Academia Mexicana de la Historia.

La condecoración tiene en una de sus caras la imagen del águila que se encuentra en la Sala Recinto de la Constitución, y en la otra, un fragmento de la puerta cancel, ambas obras fueron elaboradas por José Chávez Morado. También fue entregada a los custodios Ángel Briones Martínez y Luis Armadillo Landeros, por 37 años de labor; a la asesora educativa Laura Cervera Aguilar y López y al museógrafo Mario Álvarez Rodríguez, por 33 años de servicio. Asimismo, por su colaboración con el Museo del Caracol, se otorgaron preseas a los historiadores Bertha Hernández González y Carlos Mújica Suárez, así como diplomas a todo el personal que trabaja en el museo.

Javier Ramírez Campuzano, hijo del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, aseguró que la Galería de Historia es un cúmulo de especialidades. El descendiente de unos de los artífices del proyecto donó al museo una pequeña réplica de la Sala Recinto de la Constitución, hecha en vidrio de bario, con una copia del águila de José Chávez Morado en el centro, pieza que cuenta con tres placas de aluminio donde se aprecian los croquis que proyectaron dicha sala.

La etnóloga Julieta Gil Elorduy, directora del recinto, consideró que el Museo del Caracol fue el primer recinto moderno de México, porque formó parte de todo un proyecto educativo mucho más amplio que significó la inauguración de varios edificios que ahora son el puntal de la red de museos del INAH.

Dicho proyecto educativo, pensado por Jaime Torres Bodet, incluía la edificación de aulas, la elaboración y distribución de libros de texto gratuitos en todo el país y la creación de museos, que reforzarían las enseñanzas generadas.

En la Galería de Historia se trabajó con un objetivo innovador: estudiar la historia desde el punto de vista de los procesos. Así, surgió con la idea de dar a conocer los acontecimientos más trascendentes a través de 53 dioramas explicativos. “El planteamiento era muy claro en ese momento, mostrar los momentos históricos más importantes para enseñar civismo e historia, a través de esta lucha del pueblo por su libertad y soberanía; de esa forma, se siembra esa semilla del conocimiento en los niños y en los jóvenes”, concluyó la directora del museo.