Por: Redacción

El cine es masivo, es global, y hay que hacer películas para el mundo,  expresó Alfonso Arau al referir su visión sobre el cine. De carácter versátil, este gran humorista, bailarín, actor y cineasta, es uno de los pocos directores mexicanos que ha alcanzado las cumbres de Hollywood. Siempre conservando el humor como su identidad cinematográfica, Alfonso Arau representa un pilar del cine mexicano debido a su prolífica trayectoria y a su agudo testimonio de la vida en México en la segunda mitad del siglo XX.

En reconocimiento a su pasión y dedicación al mundo cinematográfico, la Cineteca Nacional, la Fundación Carmen Toscano y la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) otorgan al también músico, cantante, y guionista, Alfonso Arau, la Medalla Salvador Toscano al Mérito Cinematográfico 2015. La ceremonia de entrega tendrá lugar el 20 de septiembre a las 19:30 horas en la Sala 10, Luis Buñuel. El realizador recibirá este galardón en compañía de Alejandro Pelayo, director general de la Cineteca Nacional.

Como complemento se ha preparado una retrospectiva con 19 títulos en los que ha participado ya sea como actor, director o guionista. Las funciones podrán disfrutarse en la Sala 10, Luis Buñuel, del 21 de septiembre al 9 de octubre. Además, el martes 27 de septiembre a las 18:00 se presentará el libroAlfonso Arau. Así es la vida (vals para piano), editado por la Universidad de Guadalajara y escrito por Armando Casas. En el texto se integran varias conversaciones sostenidas entre Arau y el también director de cine Armando Casas. La presentación será en la Sala 4, Arcady Boytler y se podrán solicitar cortesías en la taquilla 5.

La Medalla Salvador Toscano se entrega desde 1983 a aquellos profesionales que se han desempeñado en un área de la cinematografía: guionistas, directores, críticos, etc. Así, han recibido este reconocimiento personalidades como Vicente Leñero, Tomás Peréz Turrent, Jorge Ayala Blanco, Gunther Gerzso, Felipe Cazals y Sergio Olhovich, entre otros.

Entre sus títulos destaca el interés por llevar a la pantalla una comprometida crítica política y un reflejo del individuo mexicano ante la corrupción y el abuso de poder. Ejemplo de esto serían sus primeros largometrajes: El águila descalza (1969),  Calzonzin inspector (1973) y Mojado Power (1980). La realización de Como agua para chocolate (1992) significó su consolidación e incursión en la industria estadounidense. Esta cinta fue considerada la película más taquillera en la historia del cine mexicano durante décadas.