Por: Redacción/

En dos ocasiones el Palacio de Bellas Artes fue sólo para Frida Kahlo. La primera de ellas, hace 65 años, el 13 de julio de 1954, cuando una bronconeumonía, según algunas versiones -otras señalaron el suicidio-, terminó con la vida de Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, su nombre de pila.

En aquella fecha, en las columnas, barandales y paredes del recinto colgaron cortinas negras para enmarcar el vestíbulo donde se colocó el féretro, donde Frida, ataviada con su traje de tehuana, se despedía de la vida de sufrimiento, misma que plasmó en sus obras.

La segunda ocasión en la que Bellas Artes fue para Frida ocurrió en el año 2007, y fue para conmemorar los 100 años de su nacimiento. Se exhibieron 354 piezas entre óleos, dibujos, grabados, acuarelas, manuscritos, cartas, y fotografías.

Para Sandra Campero, directora general de Cultura y Educación de la alcaldía de Coyoacán, Frida es reconocida por su arte, pero más por su carácter, ideología y valentía para enfrentar las adversidades.

“Ella fue participativa en la sociedad y en la política, y poco a poco fue tomando el peso que tiene hasta la fecha. La admiro como pintora, pero más como mujer independiente, siempre comprometida, que vivió intensamente pese a sus malestares, desde aquél choque en el tranvía, esto le ayudó en el sentido de aprovechar la vida, los momentos que vivió y siempre hizo lo que quiso”.

Un accidente marcó el antes y después en la vida de Frida Kahlo. En 1925 el autobús en el que viajaba chocó con un tranvía. La columna vertebral de Frida quedó partida en tres, con fracturas en costillas, clavícula y pierna derecha.

Este accidente marcó los rasgos que caracterizan a la mayoría de sus obras. Cuando se encontraba postrada en cama, recuperándose de sus múltiples lesiones, su padre, Guillermo Kahlo, la estimuló a pintar.

Frida utilizó el arte como catarsis, y quizá nunca imaginó que la obra producida en esa condición la llevarían a ser reconocida a nivel internacional.

Artista del dolor

El arte de Frida Kahlo revela las manifestaciones del dolor físico y emocional; “la  impotencia ante muchas cosas que quería hacer, pero su estado de salud no se lo permitía”, comenta la diputada Margarita Saldaña Hernández, vicepresidenta de la Comisión de Cultura del Congreso CDMX.

“Esto hace que muchas mujeres que sufren una enfermedad se identifiquen con Frida. Quizá no padezcan un daño como el de ella, pero sí sufren represión, la pérdida de un bebé, el no poder tener hijos, o simplemente la violencia”, añadió.

“Se debería aprovechar el posicionamiento que ya tiene Frida a nivel mundial para acercar a más mujeres o más artistas plásticos”, consideró.

Frida, mujer de fuerte convicción e ideología política

Durante su estancia en la Escuela Nacional Preparatoria, Frida Kahlo formó parte del grupo denominado Las Cachuchas, conformado por jóvenes de ideas socialistas-nacionalistas y del que dejó constancia en un óleo sobre lienzo, creado en 1927.

También formó parte del Partido Comunista, como una militante que siempre peleó contra la desigualdad, la injusticia y para “defenderse de los cabrones”, una de sus frases favoritas.

La última participación que tuvo en una manifestación fue en 1954, cuando se protestaba por la invasión estadounidense a Guatemala. En esa ocasión asistió en una silla de ruedas empujada por Diego Rivera, porque en fechas recientes le habían amputado una pierna gangrenada.

De acuerdo con Carlos Fuentes, su ideología política también quedó inmortalizada en sus obras cuando “Marx, Lenin y Stalin comenzaron a aparecer en la iconografía de Kahlo con la misma regularidad que Cristo, la Virgen y los santos en los exvotos que tanto influyeron en su arte”.

El pasado 6 de julio se hizo un amplio reconocimiento a Frida Kahlo en Coyoacán. Cientos de personas llegaron a la Casa de la Cultura Jesús Reyes Heroles para conmemorar los 112 años de su nacimiento. El Fondo Mixto de Promoción Turística de la Ciudad de México montó en el Zócalo una exposición floral con motivos de la pintora.