Por: Redacción/

Alrededor de 50 niñas, niños y adolescentes con trastornos del neurodesarrollo (autismo, síndrome de Down y asperger, entre otros), acompañados de su padres o familiares disfrutaron este sábado del “concierto relajado” que la Orquesta Escuela Carlos Chávez realizó en la Cancha de Tenis dentro del marco de la Primera Jornada Rumbos para la Inclusión en Los Pinos.

¿Qué es la música? ¿Qué es un sonido? y ¿Qué es una orquesta?, entre otras preguntas, fueron respondidas durante esta presentación musical de manera lúdica y didáctica entre acordes, bailes e interacción directa con el público que siguió atento el desarrollo de este concierto que el Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM) configuró especialmente para esta jornada de inclusión.

De los 50 adolescentes de esta comunidad con trastornos del neurodesarrollo que escucharon atentos cada una de las revelaciones del director orquestal, 20 forman parte de Armónicos, semillero creativo interdisciplinario del SNFM que se presentó a las 11:30 horas en la Casa Anexa del Complejo Cultural Los Pinos, a la que asistió la Secretaría de Cultura Alejandra Fraustro, señaló “estos chicos dan testimonio de como, en cada rincón de esta ciudad, de este país, hay artistas extraordinarios. Ellos dan muestra de cómo el arte transforma todo.”

El vals del segundo movimiento de la 6ª Sinfonía, de Tchaikovsky, mejor conocida como Patética, fue el hilo conductor de esta presentación interactiva, en la que cada una de las familias instrumentales que integran una orquesta sinfónica fue presentada ante los asistentes, quienes pudieron constatar que la diversidad de tonos y sonidos de cada instrumento, es decir, la diferencia de forma y tamaño entre unos y otros, fortalece a la orquesta.

Eduardo García Barrios, titular de Fomento Musical y director artístico de esta joven orquesta, fue el encargado de responder las incógnitas que abrieron el concierto y quien de manera metafórica ilustró cómo la inclusión de las diferencias entre los individuos armoniza y enriquece al entorno.

En este sentido, García Barrios fue enfático para enarbolar “las diferencias” de cada persona, cualidades o rasgos que las hacen únicas y por ende, activamente funcionales dentro de una sociedad.

“La música además de ser el arte que crea sonidos y silencios estructurados, nos conecta internamente y permite expresar nuestras emociones en diferentes sonidos, tonos y tiempos. Es como un pastel cuyos ingredientes son diversos en texturas, formas y sabores. Y también es como una casa, en la que el compositor es el arquitecto que la diseña; los sonidos, son los ladrillos que la sostienen”, expresó.

Realizada en coordinación con Extensión Cultural y el Programa de Inclusión Social, Diversidad e Igualdad del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), la presentación, que se realizó ante cerca de 160 asistentes, fue muy especial para los instrumentistas de La Chávez, quienes lo expresaron en cada acordé y nota interpretada y al final del concierto, algunos, como los clarinetistas Fabrisio Pérez Mota y Luis Fernando Aguirre Trejo reconocieron que fue una manera muy buena de acercarse al público.

“Fueron los aplausos más bonitos que he sentido, los más transparentes”, subrayó Fabrisio, a quien le parece una oportunidad única para contribuir a la transformación del país.

Por su parte, Luis Fernando señaló que la vinculación de la orquesta con este programa los ayuda a sensibilizarse mucho. Ellos son muy transparentes, no fingen. “Es una experiencia que me gustaría repetir más veces, nos acerca más al público”.

Alexa González Lara, integrante de este semillero creativo que también participó en esta jornada sabatina, señaló que el concierto relajado fue extraordinario. “¡La orquesta es fabulosa, todos tocan muy bien!”, y añadió “fue una oportunidad bonita donde todos podemos ver nuestras diferencias y qué bueno que todos somos diferentes, porque el mundo sería aburrido con todos iguales. Además, debemos aceptar las diferencias que todos tenemos”.

José Ángel de 20 años, otro miembro del semillero Armónicos manifestó con una gran sonrisa que “lo mejor fue la coordinación y el ritmo de la orquesta, aunque todos son distintos juntos son una familia, por eso creo que está muy bien que todos seamos diferentes y con cualidades especiales que nos distinguen de todos”.