• Una comunidad próspera es una comunidad que consume cultura. La Ciudad de México en esta administración está teniendo grandes esfuerzos para generar estos espacios dinámicos de desarrollo como los PILARES, mencionaron.

Por: Redacción/

La necesidad de un enfoque multidimensional de la cultura, con énfasis en el desarrollo económico-cultural de las comunidades, fue la conclusión de la mesa 3 del Seminario “Ciudad, Economía y Cultura”, que la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México transmitió en sus redes sociales y en la plataforma Capital Cultural en Nuestra Casa la noche del domingo 29 de noviembre.

Participaron en el diálogo Diana Alarcón González, titular de la Coordinación General de Asesores y Asuntos Internacionales de la Jefatura de Gobierno local; Marcela Jiménez López, coordinadora del programa Imaginación en Movimiento Empresas y Emprendimientos Culturales del Centro Cultural El Rule (adscrito a esta dependencia), y Mora Scillamá, directora general de Desarrollo Cultural y Creativo del Ministerio de Cultura de Buenos Aires, Argentina, quienes abordaron los pendientes e iniciativas para enfatizar la importancia de la cultura en el desarrollo de las ciudades.

Diana Alarcón, doctora en Economía por la Universidad de California, abordó la necesidad de formación de círculos de bienestar, a través de las economías locales encaminadas a la sustentabilidad, mediante políticas territorializadas que incentiven el desarrollo de capacidades y competencias para el empleo, el emprendimiento y la construcción de comunidad.

“El conocimiento detallado de la localidad, de la comunidad y su cultura es un requisito indispensable para impulsar esta idea de economías locales y ciudad próspera hacia la equidad, la innovación, la sustentabilidad y el equilibrio urbano”, expresó la funcionaria, quien aseveró que la ciudad se mide en función de la efectividad con que los ciudadanos ejercen sus derechos.

Asimismo, para explorar el papel de la cultura en la economía, la coordinadora general de Asesores y Asuntos Internacionales precisó la concentración histórica de la actividad cultural, la cual ahora se descentraliza con los 300 Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (PILARES), los que permiten ver la necesidad de pasar a políticas públicas transversales que activen la economía local a través de la detonación de comunidad.

“Una comunidad próspera es una comunidad que consume cultura. La Ciudad de México en esta administración está teniendo grandes esfuerzos para generar estos espacios dinámicos de desarrollo como los PILARES, los corredores urbanos y la construcción de vialidades peatonales y para bicicleta, así como la recuperación de parques y áreas verdes en los barrios, espacios que son la unidad de menor dimensión en la que se interactúa en la ciudad”, agregó.

Por su parte, la especialista en economía creativa y coordinadora de Imaginación en Movimiento, Marcela Jiménez, abundó sobre la creación de dicho programa en 2007, con el objetivo de “visibilizar el valor simbólico de la cultura como motor del bienestar social y del desarrollo económico para la convivencia”, el cual capacita y forma a emprendedores culturales para que éstos se manejen en el sector económico y empresarial.

Enumeradas por Marcela Jiménez, entre las tareas por fortalecer se encuentra “poner a la comunidad en el centro y escuchar a la sociedad civil, además de impulsar el diálogo intercultural, crear comunidades resilientes, e invertir en formación para desarrollar proyectos sustentables que vayan más allá de la oferta y el consumo, que prioricen productos y bienes culturales al igual que sus procesos culturales y creativos”.

También destacó que se requiere poner en valor el territorio, los saberes y los productos locales para impulsar proyectos que reactiven la economía local, la salud emocional, la relación de la población con el medio ambiente, y favorezcan las condiciones de creación de modelos de economía solidaria, esquemas de construcción colectiva y co-creación de trabajo colaborativo desde, para y con las comunidades.

En este sentido, Mora Scillamá mencionó las políticas de distritos activos en Buenos Aires, que evidencian la necesidad de políticas trasversales y, más recientemente, a partir de la actual crisis sanitaria por Covid-19, la necesidad de una reconversión digital de la oferta cultural.

“Debemos poner a disposición, desde el Estado, plataformas para que los hacedores de cultura puedan subir y monetizar sus contenidos; capacitarlos en cómo generarlos, cómo promocionarlos y monetizarlos, lo que invita o exige pensar en términos de nuevas narrativas que es también un aprendizaje para el sector independiente y para el Estado”, expuso la especialista en Ciencia Política.

La sesión fue moderada por Inti Muñoz Santini, encargado de despacho de Organización y Desempeño de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, y Naomi Morato, quien colabora en esta dependencia capitalina.

El Seminario “Ciudad, Economía y Cultura” es organizado por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México en colaboración con la Comisión de Cultura de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), la oficina en México de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el Consejo de Fomento Económico, Social y Ambiental de la capital, la organización de la Sociedad Civil Artículo 27 y el canal de televisión pública local Capital 21.

Las mesas son difundidas por las redes sociales y el canal de YouTube de la Secretaría de Cultura capitalina, así como por la plataforma digital Capital Cultural en Nuestra Casa (www.capitalculturalennuestracasa.cdmx.gob.mx) donde permanecen disponibles para su consulta.