Por: Redacción

Abrir-Cerrar, nombre de la primera exposición individual en la que Guadalupe Lópezwongñis, reconocida recientemente en el Certamen 20 de Noviembre realizado en San Luis Potosí, irrumpe con el uso de medios mixtos, óleos, carboncillos, encausto en frío y temple, para crear 30 obras sobre tela, madera y papel, que marcan el encuentro con el espíritu y la libertad.

La muestra, que permanecerá hasta el 28 de febrero en el Centro de las Artes de San Luis Potosí, fue realizada a lo largo de dos años bajo la tutoría de Jesús Ramos, quien de la mano de la artista plástica logró a través de la abstracción, el encuentro con el espíritu y la libertad, expresó en entrevista Guadalupe Lópezwongñis.

Los ejes temáticos de este proyecto están concentrados en las vivencias, emociones y el entorno personal que conlleva a la libertad en complicidad con los colores en constante movimiento y la observación de múltiples perspectivas.

“Para mí cerrar significa la introspección y abrir es solucionar para crear. Esto lo aterrizo a través del contacto que te llega para relacionar el lienzo con el espíritu y en consecuencia plasmar algo que sale del interior como una expresión personal, buscando la libertad en los trazos y en la forma de pintar”.

En las obras de pequeño y gran formato, distribuidas en las salas 3, 4, y 5 de la Plaza Centenario del Centro de las Artes de San Luis Potosí, el público asistente podrá apreciar una serie de piezas que marcan un recorrido del trabajo y la corta pero fructífera trayectoria de la artista que inició estudios de pintura en 2006 bajo la asesoría del maestro Eduardo Regil en el Instituto Potosino de Bellas Artes.

En obras como Si nos detenemos, Anhelo, Mientras más, Uno, Cuando estés, Todos estamos, En el adiós, Valor de proclamar, Tengo un sueño y Perder nuestra sombra, entre otras, el espectador podrá notar diferentes etapas de dos años de creación, en los que se refleja variedad en el juego de piezas con diferentes técnicas.

“El tema que tengo con cada cuadro es especial. Me gusta plasmar primero para luego volcar la imaginación sobre algún tema, que es muy personal. Cuando el espectador se enfrenta al cuadro lo hace suyo y lo transforma de acuerdo con sus experiencias, ese es el juego”, expresó.