Por: Jenifer N. Luna

Hece un año despertamos con una cruel noticia. El actor británico Alan Rickman, mayormente conocido por haber interpretado el papel del profesor Severus Snape en la saga del niño mago Harry Potter, falleció víctima del cáncer.Hoy un día después de ese aniversario, hablemos de esta figura icónica de la saga de magos.

De madre galesa y padre irlandés, Alan Rickman nació un 21 de febrero de 1946 en el barrio de Hammersmith,  en Londres. Con tan sólo ocho años de edad estaba seguro de lo que estudiaría.

La muerte de su padre a causa del cáncer lo haría decidirse por el diseño gráfico debido al oficio de pintor y diseñador de su progenitor. Logró su cometido gracias a una beca en la Latymer School donde participó en producciones escolares que, más adelante, le permitirían entrar en la Chelsea College of Art para convertirse en diseñador gráfico.

A la par actuaba como interprete en la compañía amateur de teatro The Brook Green Players donde su futura esposa, Rima Horton, participaba.

A los 26 años solicitó beca para la Royal Academy of Dramatic Art (RADA) y, gracias a su magnífica interpretación de un pasaje de la obra de teatro Ricardo III de William Shakespeare, sería aceptado. En 1975, tras tres años de estudios, su carrera como actor profesional comenzó en el teatro de repertorio. En 1978, saltó a la televisión como Teobaldo en la miniserie de la obra de teatro Romeo y Julieta de la cadena BBC.

Así fue como Rickman obtuvo reconocimiento del público y la crítica que lo aclamaría por su excelente trabajo actoral. En 1985 volvería a RADA para seguir su carrera en adaptaciones teatrales de obras como Antonio y Cleopatra, Mephisto y Hamlet. En 2003 se convertiría en vicepresidente de la escuela que forjó su talento.

Pero 1988 sería un año decisivo para él. Luego de una excelente carrera teatral, John McTiernan lo escogió para encarnar al villano Hans Gruber, líder alemán de un grupo terrorista que secuestra un edificio en víspera de navidad con todos sus empleaos dentro con el fin de sustraer las riquezas que este contenía, para la primera película de Duro de Matar (Die Hard) estelarizada por Bruce Willis. Alan Rickman tenía 41 años.

Este papel sería el inicio de su trayectoria fílmica. Los años siguientes seguiría apareciendo en películas tales como: Robin Hood (1995), Sentido y Sensibilidad (1995), Dogma (1999), Swenney Todd (2007), la serie de películas de Harry Potter (2001-2011), Love Actually (2003) entre otras.

En 1996, la película para televisión producida por HBO Rasputín le dio un BAFTA, Emmy, Globo de Oro por su actuación de Grigori Rasputín. Un año después dirigió su primera película, El invitado de invierno. En 2014 estrenó su segundo film como director, A Little Chaos (El jardín del rey), estelarizada por Kate Winslet.

En 2005 dirigió la obra teatral Mi nombre es Rachel Corrie, basada los escritos de la joven estudiante norteamericana del mismo nombre que viajó a la Franja de Gaza para apoyar a la población civil como parte de la International Solidarity Movement, organización de voluntarios que se oponen de manera pacífica a la destrucción de viviendas e infraestructura civil en territorio palestino, que en marzo de 2003 moriría atropellada por un tanque del ejercito Israelí defendiendo sin uso de la violencia un hogar palestino en Rafah.

En 1996 expresó su infelicidad ante un “final de Hollywood” de un film de la guerra civil irlandesa, recalcando su creencia en que el arte debería ayudar a educar tan bien como entretiene. “El talento es un accidente de genes, y una responsabilidad”. Fue parte de organizaciones benéficas como Saving Faces (tratamiento y prevención de enfermedades faciales, lesiones y cáncer bucal) e International Performers (busca ayudar a artistas en los países en desarrollo)

Su voz sería un elemento más que le permitió a la gente reconocerlo. Su tono grave, prestado para personajes como un monarca en la caricatura de culto King of the Hills, Joe el Danes de Ayuda soy un pez, o como un pretendiente de Sharleen Spiteri en el video musical del hit In Demand, del grupo Texas’s 2000.

En 2008, los lingüistas concluirían que la voz masculina más seductora sería una mezcla de elementos de las voces de Alan Rickman, Gambon y Jeremy Irons. Actores como Tom Hiddleston, Benedict Cumberbatch y Jimmy Fallon fueron grabados haciendo imitaciones de este legendario actor.

Alan Rickman se consolidó como un actor muy querido para las generaciones jóvenes, o mejor dicho para los Potterheads, gracias al papel de Severus Snape que encarnó durante las siete películas del mago más famoso del mundo. El hecho de que la actuación le haya quedado perfecta se debe a que J.K Rowling, autora de las historias de Harry Potter, lo escogió personalmente. Rickman supo, antes que nadie, los detalles que harían de Severus Snape el personaje más entrañable de la saga.

Pero hace un año susurramos un lumus, levantamos las varitas y tratamos de hacernos a la idea de que Alan Rickman no llegaría a los 80 años para que sus nietos lo vieran leyendo Harry Potter, le dijeran que después de todo este tiempo y él, con esa sonrisa tan enigmática, respondiera always.