Por: Melisa Carrillo/

El 20 de agosto de 1847 en el antiguo Convento de Santa María Churubusco, se llevó a cabo la batalla entre el ejército mexicano y tropas invasoras estadounidenses, durante la primera intervención norteamericana.

Hoy, 170 años después, integrantes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la policía montada de la Ciudad de México, la banda de gaitas del Batallón de San Patricio, así como diversas bandas de guerra de escuelas secundarias de la capital, se reunieron para realizar una cabalgata histórica para recordar el aniversario de este suceso.

La cabalgata comenzó en el Parque Allende, en donde los actores Ulises Mendoza, Antonio Alegre e Isaac Pérez, interpretando a los generales Antonio López de Santa Ana, Pedro Anaya y Johnn O’ Reilly, alentaron a los peatones y vecinos a acompañarlos a Churubusco para defender a la nación.

La banda de gaitas del Batallón de San Patricio, así como las diferentes bandas de guerra, acompañaron con sus tambores e instrumentos de viento a los generales durante su recorrido por las calles de Coyoacán rumbo al ahora Museo de las Intervenciones.

En el recinto, autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), así como representantes de la Secretaría de Marina (Semar), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedema), ofrecieron una ofrenda al general Pedro María Anaya y a los combatientes caídos en la batalla, especialmente al Batallón de San Patricio, conformado por ciudadanos irlandeses de diferentes nacionalidades, que abandonaron las filas del ejército norteamericano para unirse al mexicano.

Durante la ceremonia cívica que se llevó a cabo a la entrada del Museo de las Intervenciones, David Costelo, encargado de negocios en la Embajada de Irlanda en México, recordó a los asistentes que en 1847, es conocido como el año negro en su país, ya que Irlanda sufrió una gran hambruna que resultó en la salida de cientos de irlandeses de su país en busca de mejores oportunidades.

El batallón de San Patricio estaba conformado por migrantes irlandeses que habían llegado a los Estados Unidos, donde eran discriminados por su religión, y donde fueron obligados a enfrentarse a las tropas mexicanas durante la primera intervención estadounidense. Los irlandeses se sintieron identificados con los mexicanos porque compartían su fe religiosa, y creían que la guerra era injusta, por lo que abandonaron sus lugares y se unieron al ejército mexicano.

Costelo comentó que la lucha del Batallón de San Patricio, es ahora la de los pobres, migrantes y los defensores humanos, por lo que es necesario reconocer su trabajo y estar a la altura de sus ideales y valores.

Por su parte, Aida Castellano Calleja, consejera del INAH, comentó que las conmemoraciones como la realizada esta mañana en las calles de Coyoacán, son un potente recurso de la memoria, así como un patrimonio que está vigente y mantiene el curso de la historia donde debe estar.

Después de la ceremonia cívica, los asistentes disfrutaron de la presentación de diversas bandas de guerra, grupos irlandeses, visitas guiadas al Museo de las Intervenciones, y una exposición de autos antiguos.

 

Batalla de Churubusco

El 20 de agosto de 1847, el Ex Convento de Churubusco fue utilizado como cuartel general del ejército mexicano, para frenar el avance de tropas estadounidenses durante la primera invasión norteamericana.

Para el año en el que sucedió el combate, el país había pasado por varios enfrentamientos anteriores, producto de la ambición de los Estados Unidos de obtener nuevas porciones de territorio mexicano.

Después de la independencia de Texas y su anexión a los Estados Unidos en 1845, los norteamericanos se empeñaron en obtener la Alta California y Nuevo México, y poco después de la negativa mexicana comenzaron a meter presión a través de campañas militares en la frontera con los estados de Texas, California, Nuevo León, Chihuahua y Coahuila.

Poco después, el 13 de mayo de 1847, el ejército estadounidense declaró la guerra a México, con lo que comenzarían una serie de batallas en las que un México en proceso de desarrollo después de la independencia, enfrentaría a un país que ya contaba con un fuerte desarrollo militar y económico.

Después de la Batalla de Cerro Gordo, los dos grupos se enfrentaron nuevamente en el Rancho Padierma. Ante la ventaja del ejército norteamericano, las tropas mexicanas retrocedieron y se resguardaron en el antiguo colegio de los agustinos, el cual funcionó como fortificación ese 20 de agosto.

Durante la batalla, el Batallón de San Patricio, un grupo de combatientes irlandeses liderados por el general John O’ Reilly, decidió unirse a las fuerzas mexicanas, las cuales resistieron heroicamente el embate, hasta que fue imposible defender el recinto.

Poco después de terminada la batalla, la cual concluyó con la derrota de los mexicanos, 35 integrantes del batallón fueron asesinados, y 85 fueron encarcelados. Desde hace veinte años, la Banda de Gaitas del Batallón de San Patricio, rinde homenaje al batallón de mártires holandeses y representa a nuestro país en competencias internacionales.

 

Museo de las Intervenciones