Por: Redacción/

Con este deseo de paz, el Secretario General de las Naciones Unidas se dirigió este miércoles a los asistentes de la reunión convocada con motivo del Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino que se celebra el 29 de noviembre.

António Guterres recordó que la Asamblea General de la ONU estableció esta jornada hace más de cuarenta años para recordar la labor “colectiva e inconclusa” de resolver la cuestión palestina, uno de los retos más importantes de la comunidad internacional que ha comportado “trágicos resultados”.

Guterres destacó que solo mediante negociaciones se obtendrá una salida a esta situación.

“Llamo a todos los actores, y en primer lugar a los dirigentes de Israel y de la Autoridad Palestina, a tomar medidas audaces y a restablecer la confianza en la promesa de la resolución 181, en la que dos Estados conviven en paz y seguridad, satisfaciendo las legítimas aspiraciones nacionales de ambos pueblos, con fronteras basadas en las divisiones de 1967 y Jerusalén como capital de ambos Estados, con Jerusalén oriental como capital del Estado palestino”, recalcó.

El titular de la ONU expresó su preocupación por el aumento de la pobreza, el desempleo, la falta de perspectivas para los jóvenes palestinos y el limitado acceso a los servicios de salud, educación, agua y electricidad en los territorios ocupados.

Instó a Israel a levantar las restricciones a la circulación de personas y bienes, “que también obstaculizan los esfuerzos de las Naciones Unidas y otros organismos humanitarios”, sin poner en peligro las legítimas preocupaciones en materia de seguridad.

Igualmente, exhortó a Hamas y a otros grupos militantes a finalizar a su despliegue militar en Gaza, que incluye el lanzamiento indiscriminado de cohetes y dispositivos incendiarios contra Israel.

El doble rasero de las resoluciones
El Observador Permanente de Palestina ante las Naciones Unidas agradeció los esfuerzos de la ONU en favor de la causa de su pueblo y, en especial, la determinación de Guterres, del Comité de las Naciones Unidas para el ejercicio de los derechos inalienables del pueblo palestino y de su presidente, así como de los numerosos organismos que prestan asistencia a los palestinos.

Sin embargo, Riyad Mansour destacó su pesar por la falta de aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad, la Asamblea General, el Consejo de Derechos Humanos y otros órganos y organismos de las Naciones Unidas, como la Corte Internacional de Justicia.

“Esta situación injusta ha profundizado la convicción de que, en efecto, existe un doble rasero cuando se trata de resoluciones relativas a Israel, ya que esas resoluciones no se están aplicando y permiten que ese país siga comportándose como si fuera un Estado por encima de la ley, con total impunidad y graves consecuencias”, destacó.

Mansour denunció que sigue sin haber “un horizonte de paz”, por la “ocupación militar del territorio palestino y la imposición de un régimen racista -el apartheid- mediante el cual sigue controlando el territorio palestino ocupado desde 1967”.

Recordó que los palestinos no renuncian a las obligaciones de los acuerdos de paz firmados con Israel y que continúan tendiéndoles la mano para alcanzar una “paz justa”, en base a las resoluciones de la ONU y una solución de dos Estados basado en las fronteras anteriores a 1967.

Finalmente, reiteró que la lucha palestina no se dirige contra el judaísmo como religión, “sino más bien contra la ocupación colonial de nuestra tierra y nuestro pueblo y la negación de nuestros derechos inalienables, incluida la libre determinación”.