Por: Redacción

El Pleno cameral avaló reformas a la Ley de Inversión Extranjera, con el propósito de ampliar hasta 49 por ciento el margen de participación de inversión extranjera para las actividades económicas y sociedades relacionadas con el servicio de transporte aéreo nacional regular y no regular; servicio de transporte aéreo internacional no regular en la modalidad de taxi aéreo, y servicio de transporte aéreo especializado.

Los cambios al artículo 7 de dicha norma, avalados con 280 votos a favor, 83 en contra y dos abstenciones, fueron remitidos al Senado de la República para sus efectos constitucionales.

Al fundamentar el dictamen, el diputado Jorge Enrique Dávila Flores (PRI), presidente de la Comisión de Economía, explicó que la reforma busca eliminar el límite de 25 por ciento y, consecuentemente, aumentar a 49 por ciento la posibilidad de participación del capital extranjero en los servicios de transporte aéreo nacional regular y no regular.

Detalló que entre todas las actividades económicas del país, el transporte aéreo ha sido una de las más restringidas para recibir capital extranjero, ya que está limitado a tan sólo el 25 por ciento del capital social y este régimen no se ha modificado desde hace más de 24 años, cuando la Ley de Inversión Extranjera entró en vigor.

Precisó que actualmente, tanto la economía nacional como la internacional han cambiado de forma sustantiva en comparación con lo que sucedía en 1993, por lo que los límites de la inversión extranjera que la ley establece para el transporte aéreo, lejos de contribuir en su desarrollo y competencia, han ocasionado un rezago si se compara con otras naciones.

Durante los posicionamientos, el diputado Gonzalo Guizar Valladares (Encuentro Social) comentó que si se incrementa la inversión extranjera hasta 49 por ciento “no se pierde la rectoría en la toma de decisiones de los inversionistas nacionales”.

Consideró que la inversión extranjera directa es necesaria en nuestro país y no podemos cerrarnos a la globalización. “Esto, sin duda, va de la mano con la iniciativa de exigir a las empresas aeronáuticas un mejor servicio y mayor penalización cuando no cumplan con plazos de vuelos en horarios puntuales. Los obligamos a ser más eficientes y eficaces y, desde luego, protegemos al consumidor”.

De Nueva Alianza, Francisco Javier Pinto Torres indicó que la Ley de Inversión Extranjera de México es de las más restrictivas de América Latina; países como Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica o Ecuador, no tienen limitación al respecto, mientras que otras naciones, como Perú y Honduras, establecen un tope de hasta 49 por ciento.

Consideró necesario diversificar nuestra industria aérea, lo que implica abrirse a una mayor participación extranjera; no obstante, debido a las dimensiones de las empresas mexicanas de aerotransporte es conveniente que los inversionistas nacionales continúen con la mayoría de votos en la toma de decisiones, puntualizó.

El diputado Jorge Álvarez Maynez (Movimiento Ciudadano) manifestó que el dictamen “es un traje a la medida que ya negociaron las aerolíneas con sus contrapartes no en el mundo, sino en Estados Unidos”.

Estimó que “no se va a invitar a las grandes aerolíneas del mundo, ni a las que mejores prácticas o estándares de calidad tienen. Las que van a venir a invertir son las peores y no habrá nuevas ofertas, ni van a mejorar las condiciones para los usuarios”.

Por Morena, la diputada Concepción Villa González pidió a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) entregar a la Cámara de Diputados, a la brevedad, una opinión amplia y fundada acerca de los efectos que tendrá elevar de 25 a 49 por ciento la participación de la inversión extranjera en aerolíneas nacionales, el impacto en la democratización del capital y en la preponderancia en el mercado aeronáutico.

Sobre todo, apuntó, porque en la alianza Delta Airlines-Aeroméxico el límite fue excedido ilegalmente. La empresa estadounidense participaba con el 17 por ciento de Aeroméxico y con la compra del 32 adicional suman un 49 por ciento de las acciones de la aerolínea mexicana. Esa participación supera el 41 por ciento de los empresarios mexicanos, precisó.

La diputada del PVEM, Lorena Corona Valdés, destacó los beneficios que obtendrá el transporte aéreo nacional con el aumento del porcentaje de inversión extranjera, pues “no solo incrementará las alianzas internacionales, sino permitirá que los proveedores de las aerolíneas nacionales participen en el sector, lo que fortalecerá la competitividad en el mercado y la reducción de costos operativos”.

Refirió que del 2014 al 2015, las aerolíneas mexicanas lograron un crecimiento del 15 por ciento al pasar de 40 a 47 millones el número de pasajeros transportados. Con esta reforma, dijo, se generará un alto potencial de crecimiento en el transporte aéreo nacional.

A nombre del PRD, la legisladora Lluvia Flores Sonduk afirmó que “el problema de la aviación mexicana, en el marco de la privatización, no se encuentra en la falta de inversión, sino en la política de desmantelamiento que ha favorecido intereses comerciales y en la conversión del interés público del sector en acciones compensatorias con cargo al erario público, donde solamente unos cuantos se beneficiaron”.

La privatización del sector de aviación en México se realizó con la promesa de prosperidad y mejora de los servicios y abaratamiento de costos y precios en los vuelos, pero se perdieron fuentes de empleo, que dan cuenta del costo laboral, en contraste con los beneficios que decían y prometían que traería la inversión extranjera.

El diputado del PAN, Ricardo del Rivero Martínez, subrayó que es preciso aumentar el límite a 49 por ciento, a fin de evitar barreras regulatorias que inhiban la inversión y frenen o deterioren el desarrollo de nuestro sector.

Estimó que una mayor participación de inversión extranjera permitirá mejorar a la aviación desde una perspectiva operacional y financiera, que proporcione un mayor margen al financiamiento para apuntalar el transporte aéreo, y generar condiciones para la integración de alianzas con inversionistas que consoliden al sector y que los usuarios sean los más favorecidos, con menores tarifas y mejores servicios.

El diputado Miguel Ángel González Salum (PRI) destacó que el dictamen fomenta la inversión, la competencia y la modernización en un sector clave de nuestra economía, lo que beneficiará a los consumidores, al empleo y a la competitividad del país.

Consideró que con la ampliación de la capacidad de inversión extranjera en las líneas aéreas nacionales, se garantizará que puedan crecer las empresas mexicanas y, en consecuencia, ofrecer más rutas, más vuelos y tener una mayor competencia.

En la discusión, el diputado Vidal Llerenas Morales (Morena) estimó que el dictamen tendría que ser producto de toda una discusión global sobre qué va a hacer México en el tema comercial, qué apertura queremos y “qué estamos dispuestos o no a negociar con los Estados Unidos”.