Por Arnulfo Roque Huerta

Al concluir las vacaciones los chicos siempre se sienten un poco decepcionados y con pocas o nulas ganas de regresar al colegio pues desean que continúe el descanso, que se alargue cuando menos otra semana, un par de días o ya de último un solo día más; claro está que no hay vuelta de hoja y se debe volver a las obligaciones. Muchos chicos ante esta realidad se han hecho una pregunta retórica que termina siendo un deseo: ¿Quién inventó la escuela?

Pues bien, encontrar la respuesta no es nada fácil pero estoy seguro que desde que la sociedad se conformó como tal, debió existir sin duda un sistema de enseñanza, una forma de preparar, aleccionar o guiar a los miembros más jóvenes de la comunidad. La historia no es clara al intentar responder la pregunta, sin embargo podemos partir desde la antigua Grecia, donde los chicos eran enseñados en las artes y por supuesto en la filosofía; también los judíos tenían desde los principios de su historia un excelente sistema de enseñanza tan es así que los jóvenes a los 12 años ya se consideraban como hombres, responsables y maduros.

En China, en Mesopotamia, en Egipto y muchas otras culturas vieron la necesidad de educar y ser educados, lo que sin duda les generó crecimiento, desarrollo y trascendencia; en nuestro país la educación tiene antecedentes prehispánicos con la escuela Calmecac que era destinada para la nobleza y donde aprendían, arte, filosofía y religión principalmente, del mismo modo existía el Telpochcalli que era exclusiva del pueblo y sus enseñanzas estaban relacionadas con el arte de la guerra.

Fue hasta los siglos XVII y XVIII cuando en Francia comenzó la transformación de la educación y por ende la escuela ya que surgió la pedagogía como una ciencia destinada a generar metodologías y técnicas para mejorar la enseñanza. La pedagogía floreció para enseñar a enseñar, así se deja de enseñar lo básico y necesario para dar paso a lo relevante y permanente. Como vemos, la educación ha sido prioridad desde tiempos inmemorables por lo cual decir con seguridad quién inventó la escuela es prácticamente imposible pero sí podemos contestar el ¿por qué es importante asistir a la escuela?

Primeramente porque tiene el fin de integrar a los individuos en sociedad con el objetivo de terminar con la barbarie y el camino sin rumbo que se tomaba en la época prehistórica. En este tiempo sigue siendo igual de importante generar una brújula que direccione la vida de muchos individuos quienes llegan a actuar con más barbarie que los mismos cavernícolas. Es una urgencia que cada educando encuentre un rumbo fijo y se integre de manera correcta y colaborativa a la sociedad.

Es importante porque nos ofrece un sinfín de conocimiento que buena falta nos hace ahora que la ignorancia se disfraza de saber, ahora que es tan simple encontrar información errónea o de dudosas fuentes; Platón decía que el conocimiento tiene como objetivo encontrar una definición inequívoca al saber de todas las cosas y la escuela tiene ese objetivo, no solo llenar de información sino encontrar la ruta segura y más eficaz para alcanzar el conocimiento y el saber.

La escuela ofrece las herramientas necesarias para enfrentarse a una actualidad en la que no basta con tener tal o cual preparación sino con la capacidad de hacerlo mejor que cualquier otro, una actualidad en la cual ninguna carrera garantiza un buen empleo, donde nadie tiene seguro conseguir el trabajo de sus sueños o conservarlo por tiempo indefinido; es aquí donde adquirir dichas herramientas que otorga la escuela son de vital importancia.

Es importante asistir a la escuela porque es formadora, siendo esta cualidad en extremo importante pues formar es construir individuos integrales, capaces de desempeñar cualquier actividad de manera profesional haciendo uso de lo intelectual sin olvidar jamás lo moral; formar es edificar personas con bases fuertes y seguras para no caerse ante la primera dificultad; formar es potencializar capacidades y virtudes, es descubrir talentos ocultos para mostrarles como explotar tanto sus capacidades como su competitividad.

Asistir a la escuela garantiza que los chicos reciban educación alejándolos de las calles donde la delincuencia los llama, los seduce, los invita a los vicios y los malos hábitos, la escuela rescata a jóvenes que son fáciles de caer en las redes de la fechoría por ello decía la escritora Concepción Arenal: “Abrid escuelas y se cerrarán las cárceles”.

Hay muchas y variadas razones por las que asistir a la escuela es importante y por las que deberíamos agradecer su existencia y continuidad pero lo verdaderamente significativo es aprovecharla en su momento, es recibir lo que ofrece y apreciar la oportunidad de asistir a una, por esto y mucho más ¡feliz regreso a clases!.