Por: Ximena Islas Guerra

Testigos y heridos del operativo policiaco llevado a cabo en Nochixtlán, Oaxaca el pasado 19 de junio convocaron a los medios de comunicación en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco para contar su versión de la historia y exigir justicia.

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El abogado de los heridos y los familiares de los fallecidos, Maurilio  Santiago Reyez, explicó que ya pasó un mes y 12 días desde los hechos pero no ha habido la participación de peritos y que nadie ha ido a ver cómo sucedieron las cosas, además de que en realidad hubo más muertos y heridos de a diferencia de lo que se ha dicho.

“La agresión fue de los elementos policiacos hacia la sociedad civil, eso que se dice de que fue un enfrentamiento es falso, nosotros no estábamos armados”, expresó.

La madre de uno de los ocho muertos del 19 de junio, Clara Santiago, dijo que vino para decir la verdad:
” Yo vine con mi gente para contarla, me duele mucho que la información no salga como debe ser, pido justicia”.

Por su parte, Gerardo Rojas puntualizó, “venimos para denunciar una vez más al pueblo de México y al mundo la masacre, lamentamos la actitud de este gobierno cuando el pueblo exige algo para la población más vulnerable del país, estamos aquí para pedir justicia y castigo a los agresores, somos gente de campo”

La Presidenta de la comisión de víctimas del 19 de junio, Juana Ramón Solís dijo, “hacemos una vez más la denuncia del gobierno opresor que encabeza Enrique Peña Nieto, hoy en este lugar emblemático donde se realizó una reprensión similar, hoy les damos la voz y nos levanta tanto para decir: fue el Estado, malditas balas asesinas que afectaron la vida de las personas aquí reunidas, a un mes y 12 días no hay ningún culpable tras las rejas”

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“Uniformados y miembros de la gendarmería fueron los que hicieron esta masacre, los niños pidieron auxilio pero nadie los pudo defender, la gente que vino hoy es gente digna, venimos por el castigo de los responsables de este crimen”, agregó.

Los heridos contaron las dificultades que han atravesado desde ese día, algunos no pueden mover las piernas correctamente, otros tienen heridas en los brazos y, entre muchos otros casos, hay quien no puede comer porque una bala le atravesó desde la mejilla hasta la mandíbula.

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“Ese día solamente fui a comprar cosas, para mí fue un día fatal, me golpearon brutalmente, tengo heridas en la cabeza, en la barbilla y en los dedos de las manos, en el alma tengo dolor, ese día no lo podré borrar de mi memoria”, compartió entre lagrimas, César Guzmán Juárez.

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