Por: Redacción/

Mal uso de bases de datos; llamadas demasiado temprano o tarde; ofertas de servicios nunca solicitados; insistencia en la venta de productos por días, a pesar de haber expresado abiertamente el rechazo a las mismas; hasta amenazas y malos modos, siguen siendo las principales malas prácticas de los call centers de servicios que afectan a un creciente número de ciudadanos.

Aproximadamente el 20% de los 30 mil 500 reportes que ha recibido el Consejo Ciudadano al 5533 5533 en los primeros 10 días de este este mes, es decir, 7 mil, se refieren a malas prácticas de centros de contacto, que se escudan principalmente en el anonimato para evitar las denuncias y sanciones respecto al temor y la molestia que pueden llegar a generar en los ciudadanos.

Como ejemplo de cómo operan, el número 5550016500, que cuenta con 24 reportes al 5533 5533 este año, ofreció servicios de una compañía de gas natural, una universidad y una empresa de tecnología, pero además de presuntos premios por usar la tarjeta de crédito, Visa o Mastercard.

En la mayoría de las modalidades piden los datos de las tarjetas de crédito, pero en la última, del presunto premio ganado, citan a las personas en hoteles u oficinas virtuales que rentan por unos días, al llegar les piden identificación y datos personales y los de sus tarjetas, dándose posteriormente en algunos casos el delito de robo de identidad.

Comúnmente ofrecen ventas de servicios casi de manera obligatoria para acceder al premio. Las razones sociales de las empresas no son ciertas y al moverse del hotel u oficina no hay dirección en la cual ubicarlos, lo que dificulta a la autoridad su persecución.

El número 5550016500, que cuenta con sede en Tlalnepantla, estado de México, puede ser considerado un servicio de call center tercerizado, que ofrece sus servicios a grandes compañías y habla a nombre de ellas sin identificarse realmente, por lo que se dificulta su ubicación para una sanción.

El principal temor de los ciudadanos ante este tipo de llamadas es que la empresa ya cuenta con sus datos personales como nombre, dirección, banco o compañía telefónica del que es cliente, entre otros, sin que él los hubiera proporcionado directamente. Así como que en ocasiones las llamadas se vuelven un verdadero acoso por su número e intensidad, que incluso puede llegar a las amenazas.

Esta violación a la privacidad de los ciudadanos puede tener tres orígenes: la venta de bases de datos de forma ilegal; el uso cruzado e ilegal de las bases que se entregan a los call center tercerizados -por ejemplo, si están contratados por un banco y una empresa de gas pueden hacer llamados a ambas para ofrecer los dos servicios, lo que es ilegal- y que el ciudadano haya autorizado sin darse cuenta el uso de sus datos personales al firmar contratos de servicios.

Para reducir este tipo de prácticas es fundamental sancionarlas, ya que violan, entre otras, la Ley Federal de Protección al Consumidor. Para este fin, el Consejo Ciudadano recomienda aplicar el Artículo 16 de la citada ley que permite al ciudadano solicitar a las empresas involucradas la información con la que cuenten de su persona, la que hayan compartido con terceros y la identidad de esos terceros, así como las recomendaciones que hayan efectuado al respecto.

Las empresas están obligadas a responder a la petición, que debe hacerse por escrito, y atender las correcciones que el ciudadano considere, por ejemplo, la negativa expresa a recibir promociones telefónicas. En caso de que las empresas no cumplan estos requerimientos, el ciudadano puede acudir a la Procuraduría Federal del Consumidor para que sean sancionados.

De igual forma, es importante verificar siempre los contratos firmados y expresar ahí claramente la negativa al uso de sus datos personales para fines distintos a los del servicio, así como a recibir publicidad de cualquier tipo.