Por: MUGS/Redacción

Las inyecciones, bombas y plumas de insulina serán historia dentro de unos años. Los pinchazos se cambiarán por pastillas que permitirán a los diabéticos obtener la insulina que necesitan con una cápsula fácil de tomarse. La búsqueda de una solución oral ha sido larga y plagada de fracasos, pero varias compañías y centros de investigación ultiman varios prototipos.

El último se ha presentado en el congreso de la Asociación Americana de Científicos Farmacéuticos en Florida y lo ha desarrollado la Universidad norteamericana de Santa Barbara. Se trata de una cápsula con un recubrimiento especial que carga en su interior parches de un polímero mucoadhesivo cargado de insulina.

Esta pastilla evita acidez estomacal y también liberar su carga en el intestino. En el momento en el que se abre, los parches se fijan a la pared intestinal donde depositan la insulina para que pueda ser después absorbida por el torrente sanguíneo.

Como otras tecnologías innovadoras, esta insulina oral está aún en proceso de estudio y aún queda tiempo de investigación para demostrar que es eficaz y segura. Pero si antes las posibilidades de desarrollar una pastilla eran de una en un millón ahora todo indica que se está cada vez más cerca de conseguirlo.