Por. Redacción/

En las horas de máxima congestión, el conductor de cualquier vehículo ya sea de transporte público o privado, puede demorar desde ocho minutos y hasta 15 minutos o más, en realizar un sólo cruce de semáforo.

Estas condiciones de saturación afectan a por lo menos 50 cruceros denominados críticos en la capital del país y en los municipios conurbados del Estado de México y provocan que el tiempo de espera para cruzar una intersección se incremente hasta 400%, de acuerdo con datos analizados por la plataforma digital SinTráfico.

“Si pensamos que una persona que vive en el Estado de México invierte en promedio dos horas al día en sus traslados (según datos de la Encuesta Origen Destino 2017) estamos hablando que en una semana son al menos diez horas, más de una jornada laboral a la semana que pasamos sentados en el tráfico. El impacto es gigantesco”, señaló Eugenio Riveroll, director general de SinTráfico.

El análisis, realizado con base en millones de datos recabados, mostró que, en condiciones normales, dos minutos son suficientes para que un conductor realice un cruce semafórico; mientras que en las llamadas horas pico, el tiempo se incrementa 4 veces o más.

La plataforma de análisis y gestión de datos reveló que las tres intersecciones en las que más se incrementan los tiempos de traslado en momentos de congestión en la Ciudad y su zona metropolitana, se ubican en los cruces de la avenida Bordo de Xochiaca y avenida de las Torres, calzada Ermita Iztapalapa y avenida de las Torres y en la calzada México Tacuba y avenida De los Maestros.

La metodología para realizar este cálculo aprovechó el monitoreo en tiempo real que hace SinTráfico de cientos de miles de vehículos y smartphones vía tecnología GPS y para los cuales calculó el tiempo que involucró el cruce de cada viaje en cada intersección de la ciudad.

“En las horas pico de estas intersecciones conflictivas, sin problema puedes pasar de tres a cuatro ciclos semafóricos, que normalmente duran dos minutos, para poder cruzar. Esto significa que puedes pasar hasta ocho minutos sin hacer un cruce y a veces, mucho más. Esto es muy importante en términos de calidad del aire y de eficiencia”, apuntó Riveroll.

Otros dos puntos en los que la congestión retrasa no sólo la circulación general sino de los servicios de transporte público que no operan en carriles confinados fueron ubicados en la calzada Ignacio Zaragoza y el Eje 3 Oriente y en avenida Insurgentes Norte y Acueducto de Guadalupe.

El impacto de estos nudos viales no se queda en quienes conducen por perder su tiempo, acotó el director de SinTráfico, pues la concentración vehicular afecta a peatones y ciclistas que son vulnerables a la concentración de emisiones.

“Si en términos generales la Ciudad de México se mueve a 13.42 kilómetros por hora en las horas pico, en las horas de alta congestión, esto quiere decir que la ciudad se mueve casi tres veces más lento de lo que se podría mover si no hubiera tráfico. Esto es un impacto muy grande en tiempo, en calidad del aire, en calidad de vida de las personas y productividad”, agregó el especialista en gestión y análisis de datos de movilidad.

El análisis de la información mostró que la demanda de automóviles ha rebasado la oferta de espacios en las calles de la capital del país, las cuales han sido superadas por un parque vehicular que en la Zona Metropolitana del Valle de México suma ya 6.8 millones de unidades en circulación.

“Hoy la ciudad está sumando puntos críticos en los que ya no sólo es la velocidad, sino el tiempo que se tarda para realizar estos cruces de intersecciones va de cuatro a seis veces más grande en comparación con lo que se debería necesitar. Esto es posible cuantificarlo gracias al análisis de los datos y la tecnología”, destacó el director general de SinTráfico.

Es a través del uso y aplicación tecnológica en donde la plataforma ha vislumbrado una posible respuesta al tráfico, mediante la generación de información procesada que tenga un fundamente integral de ciudad, pero que sea capaz de resolver los problemas de cada automovilista u operador de transporte público.

“Hoy lo que pasa es que un automovilista toma una decisión con base en una red social que le dice cuál sería la mejor alternativa, pero esa solución no lo es para toda la ciudad. Lo que necesitamos es centralizar todos estos canales, conectarlos y que las decisiones de información que lleguen a la ciudadanía sea también la mejor para toda la ciudad y no sólo para un usuario”, detalló Riveroll.

El director de SinTráfico reiteró la necesidad de que las políticas públicas en materia de movilidad se diseñan con base en información actualizada y rigurosa mediante el uso de la tecnología, con el objetivo de medir sus resultados y ajustarlos para fortalecer sus impactos.