Por: Redacción/

Jesús Piedra Ibarra, de tan sólo 21 años de edad, estudiante de medicina y acusado de pertenecer a un grupo armado comunista, fue detenido y desaparecido en Monterrey, Nuevo León, en 1975, por policías estatales. Hecho que se dio tras el asesinato de un policía.

El joven era hijo de María del Rosario Ibarra de la Garza, mejor conocida como “Rosario Ibarra de Piedra”, una ama de casa, oriunda de Saltillo, Coahuila. A partir de ese momento la línea de vida de esta mujer dio un giro. Comenzó la larga búsqueda de su hijo y con ello, su vida política y su activismo incansable en favor de todas las personas desaparecidas.

Por más de cuatro décadas de su lucha en pro de los derechos humanos y en contra de la tortura y la desaparición forzada, la Cámara de Diputados le otorgará la Medalla al Mérito Cívico “Eduardo Neri, Legisladores de 1913”, correspondiente al primer año de ejercicio de la LXIV Legislatura.

En entrevista, Claudia Piedra Ibarra, hija de doña Rosario Ibarra, señaló que este reconocimiento es muy merecido porque la lucha de su madre “no ha sido sólo por su hermano, sino por cambiar las condiciones en México y en defensa de mucha gente, por la que, incluso, arriesgó su vida y no le importó”.

Sin embargo, dijo, “a mi madre le hubiera gustado mejor permanecer anónima y tener a su hijo con ella, a recibir este tipo de distintivos”.

La lucha por los desaparecidos

Rosario Ibarra de Piedra, fue hija de un ingeniero agrónomo y militar en la Revolución Mexicana, y esposa de un integrante del extinto Partido Comunista Mexicano.

En 1977 fundó el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, también conocido como Comité ¡Eureka!, una organización de madres y familiares de desaparecidos durante los sexenios de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez, a raíz de la persecución y detención ilegal de militantes de movimientos políticos armados y sociales.

El objetivo del Comité era la exigencia de que el Estado presentara con vida a los desaparecidos políticos. Desde entonces su organización es integrante de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares Detenidos Desaparecidos, Fedefam.

Ibarra de Piedra fue protagonista de huelgas de hambre a finales de los años 70 en las que pedía amnistía para los presos políticos. El gobierno concedió la amnistía en 1978, pero las desapariciones continuaron sin ser aclaradas.

Vida política

Fue dos veces candidata a la Presidencia de República, en 1982 y 1988, por el extinto Partido Revolucionario de los Trabajadores, lo que la convirtió en la primera mujer aspirante a ocupar ese cargo.

Ante el triunfo del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, en 1988, participó activamente en la protesta por el fraude electoral de ese año, calificado así por la oposición.

La activista de izquierda ocupó una curul en el Senado de la República, en el 2006.

Rosario Ibarra se unió a la lucha para exigir el esclarecimiento de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez y de las matanzas de indígenas en Chiapas y Guerrero, durante el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León.

En cuatro ocasiones ha sido candidata al Premio Nobel de la Paz en los años 1986, 1987, 1989 y 2006.

En el 2012, y con el impulso del Comité ¡Eureka! y el Colectivo Hijos México, abrió el Museo Casa de la Memoria Indómita para reivindicar a las personas víctimas de desaparición forzada, desaparecidas por motivos políticos el martes 19 de 2012.

Ha sido promotora incansable de las reformas constitucionales y legales a favor de los derechos humanos y en contra de la tortura y desaparición forzada.

Medalla “Eduardo Neri, Legisladores de 1913”

El 21 de diciembre de 2018, la Cámara de Diputados aprobó otorgarle la Medalla al Mérito Cívico “Eduardo Neri, Legisladores de 1913” a Rosario Ibarra de Piedra, en reconocimiento a su invaluable activismo en defensa de los derechos humanos y de las personas desaparecidas.

Asimismo, recibirá una suma de dinero equivalente a tres veces la dieta mensual de un diputado y un pergamino alusivo al dictamen de la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias por el que se determinó su elección.

La Junta de Coordinación Política (Jucopo) determinará fecha y hora para celebrar una sesión solemne donde se entregará la presea; y será la Mesa Directiva, por conducto de su presidente, quien informe a la ciudadana elegida.