Por: Redacción

Desde la frecuencia 660 de Amplitud Modulada (AM), Radio Ciudadana ha dado voz a los capitalinos durante 13 años de emisión, cumpliendo así con uno de los ejercicios más democráticos, el involucramiento civil en la operación de medios de comunicación.

De la trayectoria de este ejercicio participativo da cuenta el libro Radio ciudadana. Estudio y testimonio de un modelo ciudadano de comunicación radiofónica, presentado en el Centro de Difusión Cultural Casa Rafael Galván de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) por sus coordinadores, Adriana Solórzano Fuentes y Vicente Castellanos Cerda.

La doctora Patricia Ortega Ramírez, académica del Departamento de Educación y Comunicación de la Unidad Xochimilco, afirmó que un elemento central para la consolidación de esta emisora fue la conformación de un Consejo de Programación con intervención directa en la elaboración de contenidos, cuya composición permitió una relación más horizontal entre el medio, los grupos de habitantes y los radioescuchas.

El libro, editado por la Unidad Cuajimalpa de la UAM, es testimonio de un prototipo ciudadano de comunicación que adentra al lector a conceptos tales como Estado, cooperación directa y democracia, mientras define los lineamientos de la radio pública, sus alcances y limitaciones, y discute las carencias del esquema político.

La licenciada Ana Cecilia Terrazas, ex directora del Instituto Mexicano de la Radio (IMER), editora y reportera de la revista Proceso, aplaudió los esfuerzos con los que esta estación rescata un modelo de interés público y de alta colaboración civil, aunque lamentó que la frecuencia de AM siga decreciendo en tanto continúa la embestida por desmantelar los proyectos radiofónicos democráticos.

“Solía pensar que Radio Ciudadana era en la teoría impecable y en la práctica imposible pero la experiencia demostró ser en la primera perfectible y en la segunda realizable”, ya que cumple cabalmente con los derechos de comunicación y acceso a los medios por parte de los habitantes, mientras logra que el Estado abra su transmisión para escuchar diversas voces críticas.

Fabián Flores Vázquez, ex conductor de Conciencia del presente y Zona de expresión,refirió en que no puede hablarse de libertad de expresión sin tener acceso a los medios y este libro permite al lector conocer la ruta crítica de sus actores sociales para lograr un modelo de comunicación radiofónica hecho por una ciudadanía pluricultural, siendo un puente para quien busca abrir las fronteras de la información.

Solórzano Fuentes afirmó que a pesar de no ser una radio comunitaria operada directamente por la sociedad, sí intenta ofrecer a los pobladores una intervención real con el respaldo del gobierno.

El libro consta de dos partes: la primera de tipo académico en la que se abordan estudios de comunicación y participación, además de un análisis histórico a más de una década de su creación; la segunda trata experiencias de los involucrados y testimonios de habitantes en diversos temas.

Según el portal de Radio Ciudadana a la fecha suman ocho convocatorias publicadas por el IMER dirigidas a la población interesada en coordinar un plan con una respuesta de 1,089 proyectos, de los cuales 263 han sido seleccionados, producidos y transmitidos.

Esta obra no sólo da voz a sus locutores sino sobre todo a los pobladores, haciendo uso de su legítimo derecho a la información con diferentes perspectivas que se reflejan en contenidos de alta calidad.

Con el nombre de Radio de los Ciudadanos entró al aire en 2003 para transmitir el Festival de Medios Comunitarios y Ciudadanos, organizado por la Asociación Mundial de Radios Comunitarias y a partir de entonces ha construido una agenda nacional para la sociedad civil exigiendo irrestrictamente la libertad de expresión.