Por: Risso Alberto

Los llamados de grupos policiales a boicotear el filme de Quentin Tarantino, The Hateful Eight, ha puesto presión a una de las cintas más esperadas en diciembre en E.U. y ubicó a uno de los directores más aclamados de Hollywood en una batalla cultural.

El 24 de octubre, Tarantino acudió a una protesta en Brooklyn contra la brutalidad policial, en la que dijo: Soy un ser humano consciente. Si crees que están ocurriendo asesinatos, entonces debes levantarte y protestar. Estoy aquí para decir que estoy del lado de las víctimas.

En los últimos días se ha incrementado el número de asociaciones policiales que han hecho un llamado a boicotear la película. La Asociación Nacional de Organizaciones Policiacas se unió recientemente a las voces en contra de Tarantino por sus declaraciones.

Pedimos a los agentes que dejen de realizar asignaciones especiales o trabajos adicionales, como brindar seguridad, control de tránsito o consejos técnicos para cualquiera de los proyectos de Tarantino, dijo la organización en un comunicado.

Necesitamos enviar un mensaje fuerte y claro de que su retórica de odio contra la policía es inaceptable.

Los comentarios del realizador generaron condena del comisionado del Departamento de Policía de Nueva York, William Bratton. Debería darle vergüenza, dijo poco después de que el policía de Nueva York, Randolph Holder, fuera baleado a muerte en East Harlem. No hay palabras que describan el desprecio que le tengo a él y sus comentarios en este momento en particular.

La respuesta ha convertido a Tarantino en tema frecuente en noticieros como Fox News y en eventos de Hollywood. Bill O’Reilly, de Fox News, dijo la semana pasada que Tarantino vive en su propio mundo.

Durante la entrega de premios Hollywood Film Awards el domingo en Los Ángeles, Jamie Foxx, protagonista del filme de Tarantino Django Unchained, defendió al director y le pidió: Sigue diciendo la verdad y que no te preocupen los detractores.

El padre de Tarantino, Tony Tarantino, emitió un comunicado a través de la New York Police Patrolmen’s Benevolent Association en el que dice que su hijo está “completamente mal” sobre los agentes de policía. El realizador ha dicho con anterioridad que su padre “nunca fue parte de mi vida”.