Por: Redacción

La senadora Lorena Cuéllar Cisneros propuso que los niños que se encuentren en calidad de refugiados en el país puedan ser sujetos de adopción internacional cuando se compruebe que son huérfanos o sea imposible identificar parientes consanguíneos en su país de origen.

A través de una iniciativa para modificar el Código Civil Federal, la senadora del Grupo Parlamentario del PRD señaló que nuestro país es uno de los lugares más importantes en cuanto a flujos migratorios de todo el mundo.

“La cercanía con Estados Unidos nos convierte en un referente de tránsito casi obligatorio para millones de personas que buscan un mejor futuro en aquella nación o para aquellos que huyen de la violencia de su territorio de origen”, dijo.

Al fundamentar su propuesta, la senadora por Tlaxcala afirmó que en el caso de Centro y Sudamérica, la falta de estabilidad económica de la región y las pocas oportunidades en materia laboral hacen que muchos latinoamericanos crucen la frontera sur del país de manera ilegal.

En ese caso, advirtió, existe un enorme riesgo de que no lleguen a su destino, ya que se enfrentan a múltiples obstáculos entre los que se encuentran la falta de recursos, de información o de instituciones que los orientes y apoyen.

“La situación es aún más grave para muchos menores que viajan solos, y que durante todo su trayecto son víctimas de múltiples violaciones a sus derechos fundamentales, ya que su carácter de indocumentados y su corta edad los hace vulnerables a la explotación, a la trata, o los hace víctimas de las organizaciones delictivas”, destacó.

Lorena Cuéllar subrayó que los niños migrantes pueden sufrir accidentes durante el trayecto, deshidratación, heridas, robos, violaciones, explotación sexual o laboral, maltrato institucional o en el peor de los casos, morir.

“La situación es alarmante porque cada año, muchos de los que se internan en nuestro país se quedan aquí al complicarse su viaje hacia el norte, de tal manera que terminan buscando trabajo y vivienda mientras consiguen más recursos para continuar con su trayecto”, dijo.

Agregó que el Instituto Nacional de Migración estima que hay unos 40 mil niños deportados de Estados Unidos hacia México cada año, y de estos, al menos 18 mil viajaban solos; de igual manera, cada año nuestro país repatria alrededor de 5 mil 800 niños a Guatemala, Honduras, El salvador y Nicaragua principalmente, por lo tanto, miles de estos menores están durante largas estadías en alguna parte de nuestro país.

“Esta problemática origina un enorme grupo poblacional que vive en el abandono, con bajos recursos y muy poca asistencia por parte de nuestro Estado, que no les permite acceder a programas sociales al no contar con documentación correspondiente o bien, por ser menores de edad y no poder solicitar apoyo al carecer de un tutor o representante”, agregó.

En ese sentido, Lorena Cuéllar aseguró que su iniciativa pretende entregar una segunda posibilidad a aquellos migrantes menores que son huérfanos o no pueden localizar a sus familiares para que puedan volver a formar parte de una familia y con ello, recibir el apoyo y afecto necesario para que puedan desarrollarse plenamente y vivir dignamente.

“Permitiría velar por los derechos reconocidos por los tratados internacionales y por nuestra mismo marco jurídico, pues faculta a los Estados miembros que han signado la Convención sobre los Derechos del Niño o la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de los Trabajadores Migratorios y sus Familias”, añadió.

Además, plantea la revisión por parte de las autoridades a la reputación de los adoptantes, garantizaría que los menores sean adoptados por personas que los protegerán y cuidaran como si fueran sus propios hijos, con el objetivo de no exponer su integridad.