Por: Redacción

El coordinador de los diputados de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda Hoeflich, planteó modificar la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, a fin de regular el manejo de bolsas, empaques, embalaje y envases de plástico utilizado en la distribución, comercialización y transporte de productos de consumo básico, y suplirlos por productos biodegradables.

La propuesta obedece a que en México se producen cada año más de 600 mil toneladas de plástico y la mayor parte se degrada muy lentamente, lo que constituye un peligro ambiental importante, en especial para mares y océanos; sin embargo, no existe una política pública que combata directamente ese problema.

Al respecto, la Asociación Nacional de Industriales del Plástico (ANIPAC) refiere que en nuestro país existen aproximadamente 4 mil empresas productoras de este material, de las cuales 700 se concentran en la producción de bolsas de polietileno.

La iniciativa, impulsada también por los diputados Verónica Delgadillo García y Carlos Lomelí Bolaños, del mismo partido, define los conceptos de producto biodegradable y producto plástico; además, propone que sea facultad de la Federación expedir el Reglamento sobre Eficiencia Ambiental y Tecnológica, el cual regularía las características que deben cumplir los materiales con los que se elaboran bolsas.

Esa normatividad contemplará prohibir el suministro de bolsas plásticas en establecimientos para la transportación de los productos que comercializan e inhibir el uso de productos de poliestireno expandido (unicel) para empacar o transportar alimentos.

También observará la política de sustitución de popotes para ingerir líquidos, que estará sujeta a que su material de origen no provenga de algún polímero o derivado de recurso no renovable.

Asimismo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en coordinación con entidades federativas y municipios, formulará e instrumentará el Programa Nacional de Manejo y Sustitución de Plásticos, el cual se basará en remplazar productos, empaques, embalaje y todo envase de plástico o de poliestireno expandido, por productos bioplásticos, biodegradables y de rápida descomposición.

La iniciativa tiene como finalidad combatir el impacto negativo de los residuos plásticos en el país, para lo cual es indispensable modificar ciertos patrones de consumo e incidir desde el ámbito legislativo a través de regulación específica en el uso de productos de plástico.

Castañeda Hoeflich indicó que cada año se generan aproximadamente 311 millones de toneladas de plástico en todo el mundo y el 90 por ciento se deriva de recursos no renovables. “Una parte considerable de estos plásticos es utilizada para embotellar bebidas, pero sólo 14 por ciento se recoge para su reciclaje”.

Dijo que el incremento de productos plásticos y su mal manejo generan una serie de efectos negativos para el bienestar de la naturaleza y, en consecuencia, para la salud del ser humano.

Consideró que “los beneficios en el uso de plásticos pueden llegar a tener un alto precio en términos de salud humana y ambiental. El contacto continuo con productos de plástico, puede ocasionar efectos potencialmente nocivos al formarse concentraciones químicas de estado estacionario en el cuerpo humano”.

Por ejemplo, detalló, “el simple origen de este tipo de productos ocasiona una excesiva presión sobre las limitadas fuentes de energía no renovables y representan un riesgo al acumularse en rellenos sanitarios, ríos, lagos y océanos”.

Indicó que resulta fundamental armonizar las políticas de protección y cuidado del medio ambiente, así como los hábitos de consumo con prácticas de conservación. “La propuesta busca contribuir a delinear un marco jurídico adecuado para el manejo de plásticos en México”, concluyó.