Por: Redacción

El Proyecto de Egresos de la Federación 2017, que entregó este jueves el Poder Ejecutivo Federal, lejos de ser una propuesta responsable, le apuesta a la contracción económica como estrategia para desatender sectores estratégicos por parte del Estado y a que la iniciativa privada invierta en esas áreas, consideró Francisco Reyes Durán, especialista en economía de la Escuela Nacional de Estudios Superiores de la UNAM.

Esta tendencia, agregó, se observa con el recorte del gasto público a diversos rubros, lo cual explica la disminución del Producto Interno Bruto (PIB) en 1.2 por ciento, equivalente a un decremento en el ingreso de 239 mil 700 millones de pesos, siendo este el cuarto año consecutivo en que se acota el presupuesto de egresos para mantener una política de austeridad.

Sobre las razones para esto, lo ejemplificó con el precio proyectado para el petróleo en 2017:

“Está tasado en aproximadamente 42 dólares por barril, con una producción promedio de un millón 928 mil barriles diarios que anualmente nos estarían dejando cerca de 92 mil 556 millones de dólares; esto significa que todavía habrá ingresos petroleros y con el recorte al gasto público se logra un superávit primario, pero estos recursos servirán para robustecer las reservas internacionales que permitirán fortalecer el peso y que México continúe con su atractivo para la inversión financiera, pero principalmente especulativa”, señaló.

Tales medidas continuarían con el castigo al salario de los trabajadores con la idea de mantener un control inflacionario y, por otra parte, sostendrían una política monetaria beneficiosa para las exportaciones.

Además, dijo, en el Proyecto de Egresos se aprecian diversos proyectos de Acuerdos Público-Privados en áreas estratégicas en donde el gobierno invierte, pero deja su operación a la IP, y en consecuencia las ganancias permanecen en el sector referido.

El gobierno mexicano, agregó, le apuesta a un mayor dinamismo de la economía de los Estados Unidos, China y Europa, pero Reyes Durán advirtió que el panorama internacional apunta a problemas de balanzas de pago en Europa, por un lado, en tanto que en la Unión Americana podrían mantenerse deprimidas las tasas de interés, refirió el académico.

Mencionó que hay sectores a los que se les reduce el presupuesto en 2017, sobre todo agricultura, salud, educación y desarrollo social, mientras que en otros ramos aparentemente no hay cambios, lo cual no es del todo cierto.

Ello se debe a que, si se les aplica la inflación real —mayor al 10 por ciento— los presupuestos proyectados en áreas de seguridad nacional, energía, cultura, turismo, economía y trabajo, en la realidad serán menores el próximo año, concluyó Reyes Durán.