Por: MUGS / Redacción

Entre 29 y 42 de cada 100 mujeres sufren violencia en los centros laborales, lo que puede ser contraproducente para una empresa, advirtió Audrey Rodríguez Elizalde, de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM.

En la conferencia Costos de la violencia de género en los mercados de trabajo, mencionó que las formas más comunes son: discriminación, hostigamiento laboral y acoso sexual.

Al respecto, detalló que 42 de cada 100 mujeres que se ocupan en fábricas viven esta realidad, al igual que 31 de 100 en empresas privadas y 29 de 100 en instituciones públicas.

“Esta situación viene desde la familia, la comunidad, la escuela y en el trabajo se nos hace más común; ya no la vemos como una agresión, sino como parte de nuestras costumbres”, sostuvo el académico.

Además, abundó, el hostigamiento laboral o mobbing suele ser practicado por uno o más individuos y se manifiesta con excesivas cargas de trabajo, insultos, humillaciones y discriminación por apariencia física, condición socioeconómica o procedencia étnica.

En cuanto al acoso sexual, expuso que con frecuencia es una conducta implementada por una sola persona, principalmente un superior jerárquico; sin embargo, de los datos estudiados, en seis de cada 10 casos de violencia hacia las trabajadoras, los compañeros son los hostigadores o acosadores, mientras el resto son los jefes o patrones.

Asimismo, Rodríguez Elizalde señaló que las más violentadas son las divorciadas y viudas, seguidas de las solteras, en 25 y 23 por ciento, respectivamente, de las denuncias presentadas.

Al haber una denuncia por hostigamiento o acoso en el centro de trabajo, también se propicia baja productividad, inestabilidad en el ambiente laboral y pérdida de prestigio social, afirmó.

Ante la situación, la experta subrayó que se debe seguir luchando por lograr una vida libre de violencia no sólo para ellas, sino para todos los trabajadores.

Finalmente, recomendó fomentar el respeto y la equidad, pues en el ámbito laboral ambos géneros son potencialmente violentados, aunque el caso del sector femenino es más visible.